España e Italia fueron en marzo el epicentro de la pandemia en Europa. Sin embargo, el país gobernado por Giuseppe Conte ha sabido aprender de los errores para frenar la segunda ola que ya tiene a nuestro país a la cabeza de contagios, seguido de Francia y Reino Unido.
Los casos por 100.000 habitantes en los últimos días han sido 33 en Italia, mientras en España 300 y en Francia 158. Una diferencia abismal que muestra que la cautela del país con forma de bota ha servido para frenar el avance de la pandemia.
¿Pero qué ha hecho Italia para poder contener, de momento, esta segunda ola del virus? Las razones son múltiples y han causado un gran malestar en los españoles, que no entienden por qué no pudimos hacer lo mismo aquí en España.
Italia evita la segunda ola de contagios, a diferencia del resto de Europa
Según recoge 'ABC', los propios expertos italianos consideran que la clave de su buena situación en la actualidad se debe al confinamiento más férreo que hubo en marzo y al estricto cumplimiento de los italianos de las medidas pautadas.
«Nuestro confinamiento fue más largo que otros, la gente lo obedeció y, aunque el epicentro fue en el norte, todo el país asumió el confinamiento», dijo el profesor Fabrizio Pregliasco, conocido virólogo de la Universidad de Milán y director del Instituto Galeazzi.
Por su parte, Walter Ricciardi, que forma parte del comité científico que asesora al gobierno y es consejero del ministro de Sanidad, explica por qué se está logrando la contención del virus.
«En Italia no hemos vuelto a los niveles de contagio de marzo como en otros países europeos, porque hemos tenido cuidado en normas básicas y no debemos bajar la guardia: El distanciamiento social, las mascarillas y evitar la multitud son clave», dijo Ricciardi.
Las medidas de Italia para frenar la pandemia: estrategia de vigilancia activa
La gran capacidad de diagnóstico y la estrategia de vigilancia activa han sido dos de las medidas empleadas más importantes para frenar el avance de la pandemia.
A diferencia de lo que ocurrió en muchas regiones de España, el rastreo de contactos ha sido una de las principales tareas realizadas por el Sistema de Salud Público italiano. La posibilidad de identificar rápidamente a un positivo y seguir su red de contactos permitió aislar a las personas contagiadas, incluso siendo asintomáticas.
«Cuando se descubre un caso positivo, incluso asintomático, se hacen test a toda la red que forma parte de esa persona, tanto en la familia, como en el trabajo y relaciones sociales. Hoy esta estrategia de vigilancia activa se está utilizando en todo el país», explica el profesor de microbiología en la Universidad de Padua, Crisanti.
Control férreo en los aeropuertos italianos más transitados
La capacidad de realización de test también fue crucial para controlar la pandemia en el país. Para el inicio del curso escolar, el Gobierno italiano se propuso la compra de 5 millones de pruebas rápidas para detectar positivos en los institutos.
Además, los aeropuertos han contado con un férreo control y estrictas medidas que incluyen la realización de test a los viajeros. Los test se realizan en los aeropuertos a los viajeros procedentes de los países considerados de riesgo: España, Grecia, Croacia y Malta.
Además desde el 16 de septiembre, los vuelos de Alitalia Roma-Milán solo llevan pasajeros que dieron negativo en el test realizado en el aeropuerto o en las 72 horas anteriores.
Tan extremas han sido las medidas que el Aeropuerto romano de Fiumicino ha sido reconocido por la sociedad Skytrax por sus «niveles muy altos de limpieza y procedimientos de mantenimiento y seguridad del aeropuerto». Una situación que contrasta enormemente con la ocurrida en el aeropuerto de Barajas.