Sigue el culebrón en casa de Unidas Podemos. El relevo de Pablo Iglesias en el Gobierno sigue dando que hablar y la número dos del partido, Irene Montero, no está dispuesta a ceder su sitio a Yolanda Díaz. Irene se ha plantado y ha dejado claro a Pablo que luchará por encabezar la formación a partir de ahora.
Pablo Iglesias dejará el Gobierno el próximo martes, después del Consejo de Ministros. El líder de Podemos anunció hace algunos días que lo dejaba para centrarse en las elecciones madrileñas, y designó como su sucesora a Yolanda Díaz.
La decisión causó una gran sorpresa, porque Irene Montero siempre había figurado como la persona llamada a relevar a Pablo Iglesias cuando este diera un paso al lado. Pero la relación entre ambos no pasa por su mejor momento y, además, Pablo cree que Yolanda Díaz genera más consenso en los votantes que Irene Montero.
La decisión ha desatado una batalla por el liderazgo de la formación. La designación de la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, como candidata de Podemos en las próximas elecciones generales, previstas para 2023, no han gustado nada a un sector mayoritario dentro de la formación morada que apoya a Irene Montero.
La ministra de Igualdad se siente respaldada por ese sector más politizado de Podemos, y le recuerda a Iglesias que Yolanda Díaz «ni siquiera forma parte del partido». Según fuentes de dentro de la formación, Irene ha retado a Pablo y le ha dejado claro que ella será la mujer que le relevará cuando llegue el momento.
La elección de Yolanda Díaz como próxima candidata de Podemos persigue dos cosas. Por un lado, Pablo quiere demostrar que no se aferra al cargo y cree que ha llegado el momento de dar un paso al lado. Pero además, quiere acabar con la sensación de que su pareja tiene que ser sí o sí la heredera en el liderazgo.
La irrupción de Yolanda Díaz no logra solo un golpe de efecto, sino también la renovación que el partido necesita para recuperar votantes. Según el entorno de Pablo Iglesias, su idea es permanecer al frente de la formación hasta 2023. Entonces entregará su mando, pero en el proceso de sucesión se abre una batalla entre Yolanda e Irene.
La estrategia de Irene para ser número uno
Iglesias, de momento, se ha limitado a la designación de Yolanda Díaz. Esto implica de alguna manera su liderazgo en el partido, pero no tiene por qué. La actual ministra de Trabajo podría ser cabeza de cartel de los morados en las elecciones de 2023, mientras Irene Montero se convierte en la nueva líder de Podemos.
Con esta idea, Irene Montero estaría dispuesta a aceptar que Yolanda Díaz sea candidata de Podemos en las próximas elecciones. Irene es consciente de que su tarea al frente de Igualdad genera división en la sociedad, y que ser la pareja del actual secretario general sería un lastre que le podría pasar factura.
Al ceder la candidatura a Yolanda Díaz se ahorra el riesgo de sufrir un batacazo que podría acabar con su carrera, pero además, guarda una bala en la recámara para asegurarse el liderazgo del partido. En su entorno tienen claro que Yolanda Díaz es una muy buena candidata, pero que no le interesa la vida interna del partido.
Su sector más próximo le apoya. Recuerdan que Yolanda Díaz no es miembro de Podemos, ni siquiera de Izquierda Unida. Valoran muy bien su trabajo al frente del ministerio, donde ha conseguido logros importantes negociando con mano dura con la patronal y sindicatos. Pero creen que gestionar el partido por dentro requiere otro tipo de liderazgo.
Para afrontar el proceso de renovación en la formación morada, Irene Montero dispone de un equipo de personas de confianza. Ellos conocen al detalle cómo funciona Podemos por dentro, y empiezan a preparar el plan de sucesión para afrontar la nueva etapa. Entre ellos destacan Noelia Vera, secretaria de Estado de Igualdad, e Ione Belarra, que acaba de asumir el mando en Derechos Sociales.
Vistalegre IV, en el horizonte
Diputados de Podemos aseguran que la disputa no se centra tanto en la animadversión de Irene hacia Yolanda, sino en la desconfianza que genera una persona «que lleva pocos años aquí». Creen que el partido se enfrenta a un proceso difícil y trascendental, y que la militancia necesita la seguridad de un líder que conozca bien la formación.
Pero Irene Montero no lo tendrá nada fácil, porque el entorno de Pablo Iglesias está preparando un Vistalegre IV, el nuevo congreso del partido en el que quieren proclamar a Yolanda candidata. La idea es que Pablo Iglesias mantenga el control orgánico hasta 2023, pero mientras, el debate de la sucesión seguirá abierto.
Y cargos de dentro del partido advierten que Yolanda Díaz sabe cómo moverse dentro de la organización. «Tiene un carácter más duro del que parece, y es una buena lideresa para la operación que interesa hacer en Unidas Podemos, que consiste en conciliar los intereses de sus tres organizaciones».