Inquietante suceso el que se ha vivido en un colegio de Santander, donde un hombre ha intentado secuestrar a una niña de cuatro años. Según desveló el padre de la víctima, el presunto secuestrador se hizo pasar por el abuelo de la niña para llevársela. Todo acabó bien, pero el caso ha generado una oleada de pánico en los colegios.
El programa Espejo Público de Antena 3 ha destapado el caso de un intento de secuestro en un colegio de Cazoña, en Cantabria. El padre denunció los hechos en su cuenta de redes sociales, y el espacio televisivo se ha hecho eco de lo sucedido. Ahora la Policía Nacional investiga los hechos acontecidos.
Según el padre, un hombre levantó la mano y la niña se fue con él pensando que era su abuelo. Las empleadas dejaron que la pequeña se alejara, pensando que efectivamente se trataba de un familiar. Todo sucedió muy rápido, en la salida del colegio, sin que nadie se percatara de que se trataba de un intento de secuestro.
Vigilancia en la salida de los colegios
Los hechos sucedieron en el colegio Santa María Micaela, ubicado en la calle Joaquín Bustamante de Santander. El incidente ha causado preocupación en la comunidad educativa. Sobre todo en los padres, que ponen en entredicho los actuales protocolos de seguridad a la salida de los colegios.
Cuando la niña se percató de que aquel hombre no era su abuelo le mordió la mano y se liberó de él. El mordisco provocó que el presunto secuestrador huyera caminando rápido, ante la mirada estupefacta de los testigos. “Gracias a dios la niña está bien, y no tenemos que lamentar algo peor”, aclaró el progenitor.
Tanto el padre como el colegio han presentado una denuncia ante la Policía Nacional, con la esperanza de poder encontrar al presunto secuestrador. El padre ha exculpado al colegio en su intervención televisiva, y las autoridades piden que no se genere una alarma social. De momento ya han reforzado la vigilancia policial en los colegios de la zona.
Álex, en la mente de todos
En la mente de todos está el crimen de Álex, un niño de 9 años que fue secuestrado y estrangulado el pasado 29 de octubre en Lardero, La Rioja. El pequeño estaba jugando con otros menores cuando Francisco Javier, un asesino reincidente, se lo llevó creyendo que era una niña. Al descubrir el error, y temiendo ser descubierto, acabó con su vida.
Los hechos ocurrieron en la víspera de Halloween, motivo por el cual el niño iba disfrazado. Eso llevó al error al asesino confeso, que decidió poner fin a la vida del pequeño. El trágico suceso puso en tela de juicio el sistema penitenciario, ya que Francisco Javier había sido puesto en libertad sin haberse reinsertado.
De hecho, al salir de la cárcel se instaló en una vivienda cerca de una escuela y un parque infantil en Lardero. Los vecinos aseguran que ya había intentado llevarse a algunas niñas a casa. La situación desató el pánico entre los padres del entorno del asesino.
El relato del padre
Francisco Toretto, el padre de la niña, ha confirmado que se encuentra bien y ha explicado lo sucedido. Según afirma, la elección fue aleatoria porque era la que estaba en primera fila al salir de clase. Fue un momento de confusión, y por eso considera que la profesora no tiene ninguna culpa: “Hay que entenderlo”.
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“Yo no estaba porque fui a buscar a la niña mayor”, relata. En ese momento, su hija le dijo llorando “que pensó que era el abuelo, pero al darse cuenta le mordió la mano y se puso a llorar”. Pidió explicaciones a la profesora y a la mujer, pero estaban en shock.
Después recibió un audio de WhatsApp en el que una mujer asegura que intentaron llevarse a su hijo en un pueblo cercano. “El niño iba paseando al perro de noche, y esa persona, que iba en una furgoneta blanca, persiguió a otro niño al día siguiente”.
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