Las informaciones que han salido durante estos días sobre cómo ciertas personas con cargos públicos se han vacunado de manera 'ilegal' contra el Covid-19, es algo que ha indignado sobremanera tanto a la población en general como al personal sanitario. Desde que dio comienzo el plan de vacunación, ciertos personajes han decidido saltarse a la torera los grupos establecidos para acceder a la vacuna y así inmunizarse antes que los demás.
Políticos, militares, eclesiásticos, cargos sanitarios y sus familiares han sido algunos de los que decidieron saltarse el plan de vacunación. Sus acciones no han pasado desapercibidas y ahora se ha establecido una sanción para todos ellos.
Un mayor control
El Gobierno y las autonomías han decidido tomar cartas en el asunto tras conocerse que un centenar de personas se saltaron la cola de vacunación. De esta manera, según ha podido saber 'El Confidencial Digital', todas aquellas personas que hayan recibido la primera dosis de la vacuna sin que les tocara, serán los últimos en recibir la segunda dosis.
El presidente valenciano, Ximo Puig, fue el primero en opinar que los que se vacunaron antes de tiempo no recibirían la segunda dosis. Sin embargo, esta medida ha sido debatida en el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud donde el foco han sido las vacunas que han sido desviadas hacia personas que no les tocaba. El objetivo es claro: tener un mayor control.
«Extremar el seguimiento, análisis y control de la aplicación de la estrategia evitando cualquier desviación, detectando, en su caso, el uso indebido de las vacunas y aplicando las medidas preventivas y correctivas que resulten necesarias para garantizar que los procesos de vacunación se llevan a cabo de acuerdo con lo acordado en la estrategia» se ha dicho en la reunión.
Debido a que el plan de vacunación no establecía la posibilidad de que esta situación se fuera dar, no hay escrita ningún tipo de sanción o castigo para aquellos que se han saltado la cola. Se trata, por tanto, de una vulneración del plan que ahora puede tener consecuencias.
El castigo por saltarse el plan de vacunación
Las autoridades sanitarias han llegado al acuerdo de no sancionarles, pero sí que sufran «el rechazo social correspondiente». El Gobierno deja en manos de las comunidades autónomas la aplicación de las medidas correspondientes donde se ha tenido en cuenta la posibilidad de que a estas personas no se les aplique la segunda dosis.
Sin embargo, atendiendo a criterios médicos y a pesar de la indignación del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos por lo ocurrido, se ha llegado al acuerdo de que estas personas que no han respetado el turno de vacunación, recibirán la segunda dosis, pero más tarde de lo que se entiende por habitual.
Las autonomías han puesto en conocimiento de los sanitarios encargados de la vacunación que «se haga esperar a estas personas para completar el proceso de inmunización con la segunda dosis, incluso más allá de los 21 días recomendados si queda población dentro de los grupos prioritarios previstos a la que le toca el turno y no ha recibido su dosis». Y es que si algo ha indignado más que el hecho que se hayan saltado el turno, es que precisamente España está recibiendo las vacunas con cuentagotas y estas vayan a quienes todavía no les corresponde.
Los médicos se oponen a este castigo
Según cuenta 'El Confidencial', algunas fuentes del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos se han mostrado contrarios a que los 'infractores' reciban la segunda dosis más tarde de lo habitual. Opinan que podría ser un riesgo para todos y que es muy importante que se cumplan los plazos entre dosis.
«Estos infractores siguen teniendo el derecho a ser (correctamente) vacunados, por inaceptable que haya sido su conducta» sostienen añadiendo que se debe completar el proceso. El hecho de ponerles de nuevo a la cola para recibir la segunda dosis, podría provocar que la primera perdiera su efecto, lo que implicaría tener que volver a recibir la dosis inicial y después la segunda.
No pierde eficacia con el tiempo
La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) defiende que la segunda dosis de la vacuna de Pfizer y BioNTech, debe inocularse entre los 21 y 28 días después de haber recibido la primera «sin que se espere que esto influya en su grado de eficacia».
Las investigaciones sobre la eficacia de la vacuna indican que se consigue una alta inmunidad con la primera dosis siendo posible retardar la administración de la segunda, casi dos semanas después de los plazos previstos. De hecho, un estudio señala que algunas personas recibieron la segunda dosis entre los 19 y 42 días después.
Fernando Simón, director del Centro de Alertas y Emergencias Sanitarias, apoya la idea de que a los infractores se les administre la segunda dosis, pero apurando al máximo el tiempo y que sea a los 42 días: «Tendrán que asumir la responsabilidad que tengan que asumir, pero desde el punto de vista epidemiológico sería un error cometer dos fallos seguidos: vacunar antes de tiempo y no poner la segunda vacuna» sostiene.