La Policía investiga la muerte violenta de Francisco López Sánchez, un hombre de 82 años que llevaba días desaparecido. Paco, como le llamaban sus allegados, apareció muerto en un descampado con un fuerte golpe en la cabeza. Un suceso bien extraño, porque no tenía enemigos y vivía una vida muy rutinaria.
El fallecido desapareció la noche del 2 de diciembre en la localidad de El Ejido (Almería), donde residía. Tras varios días de búsqueda infructuosa, un transeúnte descubrió el cuerpo sin vida del hombre. Estaba cubierto con unos plásticos en un descampado, cerca del Hospital de Poniente, a seis kilómetros de su casa.
En una primera observación, los investigadores de la policía vieron “signos de violencia”. La autopsia confirmó que la causa de la muerte fue un fuerte golpe en la cabeza. Las hijas de Francisco han explicado a El Confidencial cómo fueron las últimas horas de su padre con vida, algo que puede ayudar a resolver el caso.
Conoció a una mujer hace meses
Paco tenía 82 años y era viudo desde hacía dos años. Desde que perdió a su mujer tenía todos los días las mismas rutinas y apenas tenía vida social. Según su hija María Luisa, por la mañana tomaba el sol, paseaba, compraba el pan y se sentaba en el parque.
Por la noche se recogía pronto, cuando se iba la luz, ya que no le gustaba estar fuera de casa a oscuras. La tranquila vida del anciano cambió cuando, hace unos meses, conoció a una mujer en la que depositó toda su ilusión. Sin embargo, la cosa no funcionó y rompieron quince o veinte días antes de los hechos.
“Cada uno se fue por su lado”, dice su hija, aunque en principio no tienen motivos para sospechar de esa mujer. La última persona que habló con Francisco fue su hija Paqui. Ambos mantuvieron una conversación a las 19.55 horas del día 2, la misma noche que desapareció misteriosamente.
Salió de casa con prisas
A Paqui le extrañó que su padre estuviera fuera de casa a esas horas, y que estuviera tan lejos porque él no conducía. Ella se ofreció para ir a buscarlo en coche y llevarlo a casa, pero él lo rechazó: “No te preocupes, voy a tardar poco”. Según le dijo a su hija, a las nueve estaría en casa y la llamaría.
No había nada en la voz de Paco que hiciera sospechar miedo, prisa o nerviosismo. A las nueve y cinco su hija le llamó preocupada, porque él era un hombre muy puntual y no había cumplido su palabra. Nadie cogió el teléfono, así que Paqui se dirigió hasta su domicilio, y ahí fue donde saltaron todas las alarmas.
A la hija de Francisco le dio la sensación de que había salido apresuradamente: “Se dejó las luces encendidas, un trozo de pan sobre la mesa, platos sin fregar”. Algo muy extraño, ya que era un hombre muy cuidadoso. Después de intentar contactar con él mediante varias llamadas, el teléfono móvil dejó de dar señal.
Un testigo explica algo relevante
Una de las últimas personas que vio a Francisco con vida fue su vecino, que le ofreció una hamburguesa para cenar. Otro testigo apunta a que le vio sobre las siete y veinte de la tarde cerca de la farmacia de casa. Esto es relevante, porque desde ese punto hasta El Ejido hay 40 minutos a pie, a paso rápido.
Hay que recordar que cuando Paqui llamó a Paco, este dijo que estaba en El Ejido. Por lo tanto, alguien tuvo que llevarlo en vehículo hasta allí, y ahí puede estar la clave de todo. ¿Quién subió a Francisco al coche, dónde fueron y con qué intenciones?
María Luisa, la hija del fallecido, asegura que no tenía enemigos, que nunca se enfadaba y que no tenía vida social. Sin embargo, alguien le propinó un golpe en la cabeza y lo dejó abandonado en un descampado. Los investigadores tratan de esclarecer si fue alguien conocido, o un crimen al azar: de momento, no hay ningún sospechoso.
Su hijo murió apuñalado
Se da la casualidad de que un hijo de Paco también fue asesinado en 1998. Se trata de Juan, el único hijo varón que tuvo Francisco y el hermano de María Luisa y Paqui. Juan murió apuñalado, con un destino trágico parecido al que ahora se ha llevado la vida de su padre Paco.
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El caso está en manos del grupo de homicidios de la Policía Nacional de Almería. Tratan de averiguar qué pasó aquella noche en la que Paco desapareció, la misma en la que según todos los indicios fue asesinado. Se ha decretado el secreto de las actuaciones ante un posible caso de homicidio.