Sigue sin saberse donde se pueden encontrar Anna y Olivia, las niñas de 1 y 6 desaparecidas en Tenerife junto a su padre, Tomás Gimeno. Los investigadores de la Guardia Civil siguen trabajando en varios frentes. Uno de ellos es que el hombre se deshiciera de sus hijas en alta mar. Es por eso que desde el domingo se está trabajando con un sonar y con el buque Ángeles Alvariño. Pero esta no es la única línea de investigación. Pues existen nuevos indicios que han aparecido en la lancha que el desaparecido dejó en alta mar.
La benemérita sigue analizando los pasos que ha dado y la personalidad de Gimeno. El objetivo es ver si cometió algún error que les pueda dar nuevas pistas sobre su paradero. Se trabaja con las dos opciones más claras, que las niñas no salieran de Canarias vivas o que se encuentren en otro país, principalmente de América. Mientras, Beatriz la madre las niñas trata de seguir manteniendo las esperanzas intactas de volver a ver a sus hijas.
Se amplía la zona de búsqueda de las niñas desaparecidas gracias a la lancha
Los agentes de la Guardia Civil han vuelto a encontrar un nuevo indicio en la embarcación de Tomás Gimeno que da nuevas alas al caso. Fue con esta con la que se le vio ir al mar con varios bultos para después volver al puerto de Tenerife. Más tarde se volvería a embarcar y ya no sería visto nunca más.
Uno de los últimos análisis que han hecho los investigadores es el depósito de gasolina de la barca. Están intentando averiguar a que zona quería ir el padre tras abandonar la isla con la misma. Se ha podido determinar que utilizó 150 litros de combustible. En esta misma lancha se había encontrado sangre que finalmente se confirmó que era de Tomás pero que era de hace bastantes meses.
Este dato puede ser de gran ayuda para la investigación. Según explicaba el periodista Nacho Abad en la COPE, sirve para establecer un diámetro dentro de las Islas Canarias. Se podrá saber de manera más precisa hasta que lugares se pudo desplazar esa noche del 27 de abril. Lo que apuntaba también el criminólogo es que la zona de búsqueda se habría reducido bastante respecto a lo establecido inicialmente.
Lo que se había concretado es que las tareas de rastreo se centraran en Tenerife y sus islas más cercanas. Y es que el padre de Anna y Olivia no tuvo en cuenta la información que dejaba con su embarcación. Este error puede acabar siendo clave para tratar de localizar a las niñas.
Desde que fue encontrada a la deriva, la barca de Gimeno se ha convertido en un foco central de la investigación. Sin ella, posiblemente hubiera sido más difícil seguir todos los pasos que dio el padre de las niñas. Hablamos de que este fue captado dos veces por las cámaras de la marina de Tenerife embarcándose en alta mar, antes de desaparecer.
Un mes sin Anna y Olivia
Hay que recordar que el pasado 27 de mayo se cumple un mes desde la desaparición de las dos hermanas y su padre. Desde entonces se las ha seguido buscando con la meta de que las pequeñas puedan volver pronto junto a su madre.
Abad también ha querido insistir sobre un punto muy importante para tratar de dar con ellas. Y es que aunque es muy importante difundir sus imágenes reales, las niñas pueden haber cambiado de aspecto. Son todavía muy pequeñas y cualquier cambio puede ser muy rápido, complicando el hecho de poder identificarlas.