«Es inadmisible»: con esta meridiana claridad se ha referido este martes, 1 de junio, al mediodía, la ministra de Hacienda y portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, a la situación de crisis diplomática y política que está enfrentando a España con Marruecos y, especialmente, en referencia a la actitud que está manteniendo en los últimos días el reino alauita. «Insistimos en que no es admisible que el Gobierno de Marruecos desafíe la frontera y la integridad territorial por discrepancias en política exterior», ha manifestado Montero, en referencia a la avalancha de 10.000 inmigrantes procedentes de Marruecos que pasaron a Ceuta entre el 17 y el 18 de mayo con la connivencia de las autoridades marroquíes.
El Gobierno se planta ante la actitud de Marruecos en los últimos días
Además, Montero ha criticado implícitamente el cambio de actitud de Marruecos en los últimos días: si hasta ahora estaba facilitando el retorno de los inmigrantes ilegales, ahora está poniendo obstáculos a ello, de forma que casi 2.000 personas, entre adultos y niños, permanecen en situación muy vulnerable en Ceuta sin posibilidad de volver a su país ni de encontrar una salida legal inmediata en España. Ayer, Marruecos emitió un comunicado tensando de nuevo la cuerda y señalando la causa real del problema: el acogimiento en un hospital de Logroño del líder del Frente Polisario, que defiende la soberanía del Sáhara Occidental, Brahim Ghali.
El comunicado marroquí comparó esta situación con la eventualidad de que Marruecos hubiera acogido a alguno de los líderes independentistas de Cataluña. «El presidente transmitió que era inaceptable el comunicado respecto al asalto a nuestra frontera», ha recordado María Jesús Montero en su comparecencia de este martes. De esta forma, pues, España dice basta a la situación y el Gobierno espera un gesto por parte de Marruecos que contribuya a rebajar la tensión que se vive entre ambos países, que parece de nuevo creciente en los últimos días.
Llamamiento a volver a la normalidad ante lo que consideran un «ataque a las fronteras»
La portavoz del Gobierno ha querido dejar claro que desde el Ejecutivo «queremos que se vuelva cuanto antes a la normalidad» pars dejar a la alta diplomacia «hacer su trabajo desde la discreción para que se puedan reconducir situaciones complejas o malentendidos». «Es imprescindible que volvamos a retomar la normalidad entre los dos países, que fue alterada con motivo de un asalto en toda regla que se produjo en nuestra frontera con la llegada de 10.000 personas», ha manifestado la ministra Montero, recordando que España y Marruecos «son dos países que se necesitan».
Pero a la vez que ha pedido normalidad y ha usado cierto tono conciliador, Montero ha querido subrayar la naturaleza de lo vivido en la avalancha de inmigrantes de hace quince días. Según el Gobierno, el conflicto no fue una crisis migratoria, sino «un ataque real a nuestras fronteras», de forma que el Gobierno «debe garantizar la unidad y la integridad en todo el territorio». Más allá de ello, no ha querido «decir nada que pueda dificultar la negociación». «La vocación del Gobierno es de encuentro y entendemos que la de Marruecos también», ha dicho Montero tras lanzar contundentes manifestaciones contra la actitud marroquí.
Ghali, en libertad y sin medidas cautelares
A la vez, este martes Brahim Ghali ha declarado en la Audiencia Nacional acusado de torturas y de delitos de lesa humanidad. El juez Santiago Pedraz le ha dejado en libertad y ha rechazado aplicarle medidas cautelares a pesar de las peticiones que habían hecho las acusaciones, al no observar el magistrado riesgo de fuga alguno. Habrá que ver el próximo movimiento de ficha por parte de Marruecos.