El buque Ángeles Alvariño

Ángeles Alvariño, la última esperanza para saber si las hijas de Tomás siguen con vida

El buque permitirá rastrear un área determinada por la geolocalización del móvil del padre

El caso de la desaparición de Tomás junto a sus hijas Anna y Olivia continúa manteniendo en vilo a toda España. Cada día que pasa más informaciones en torno a la investigación consiguen ver la luz, la última de ellas está vinculada con la búsqueda del paradero de los desaparecidos. En concreto con un buque oceanográfico que ha partido desde Vigo a Tenerife, y que a través de un sistema de ecosonda con un robot submarino buscará dar respuesta a la pregunta que todo el mundo se hace.

El Ángeles Alvariño —como se denomina el buque— pertenece al Instituto Español de Oceanografía, que a través de una gestión con la Guardia Civil le ha cedido el barco para ayudar en la investigación. Así lo comunicó la directora de la organización armada, María Gámez, que hasta la semana pasada se encontraba pendiente de una autorización por parte de justicia al catalogarse como un caso de secuestro.

Desde que la embarcación zarpara de Vigo el pasado domingo, el bien más preciado que porta es un dron de última tecnología que permitirá facilitar las labores de búsqueda. El robot se ha denominado Liropus, no cuenta con tripulación durante su manejo, pero puede sumergirse hasta una profundidad de 2 kilómetros.

El buque conoce la zona, ya que con anterioridad se utilizó este mismo dispositivo para la observación del volcán submarino Tagoro, que se encuentra frente a La Restinga. Gracias a la ayuda de esta herramienta se buscará en el fondo marino gracias al geoposicionamiento del móvil de Tomás.

La desaparición

Las niñas junto con su padre continúan en paradero desconocido apenas a un par de días de que se cumpla un mes desde que ven a su progenitora. Durante las últimas jornadas, los medios de comunicación se han esforzado para dar la perspectiva más amplia sobre como se está realizando la investigación llevada a cabo por tierra, mar y aire.

En algunas de las imágenes que se han mostrado hasta el momento aparece el padre de las niñas desaparecidas hablando con calma, pausado, y, sobre todo, llega a confesar abiertamente a la audiencia su estado de ánimo. En sus pesquisas, la Guardia Civil se ha visto gravemente afectada por las condiciones meteorológicas.

Por parte de la organización se esperan con fervor la llegada del buque a las costas de Tenerife para utilizar cuanto antes el sonar y el robot marino que aportarán la ayuda necesaria y den la máxima información sobre el fondo del océano. Otra de las últimas informaciones proviene de una periodista de ‘El Programa de Ana Rosa’. Durante su intervención explica que «el mal estado del mar sigue retrasando los planes de la Guardia Civil para iniciar ese dispositivo de búsqueda en alta mar»

Pruebas durante la investigación

Algunas de los hechos que han ido saliendo a la luz han desconcertado a mucha gente durante la investigación. Según el director de SOS desaparecidos, el padre entregó a su pareja un sobre que contenía una pequeña cantidad de dinero en efectivo con una nota donde le indicaba que hasta las 12:00 de la noche no podía abrirlo.

Otro de los eventos apunta a que el padre de las menores le regaló ese mismo día que llevó a cabo su plan una moto y una lancha a dos de sus amigos. Aprovechó para cambiar la titularidad de su vehículo y dejárselo a sus padres. El coche en cuestión es un Alfa Romeo Giulia de color negro valorado entre 44.000 y 49.000 euros. Por último, el padre de Anna y Olivia llamó en reiteradas ocasiones a Beatriz la fatídica noche del 27 de abril para confesarle que se iba a llevar a las niñas muy lejos, hecho que hace indicar un detonante sentimental como el motivo principal.