Agentes de la guardia civil montando un cordón de seguridad

5 extrañas desapariciones y casos sin resolver siembran el temor en un lugar de España

Los crímenes sin resolver de Alicia, Florina y Olga se suman a las desapariciones de Wafaa y Henry Alejandro

Florina Gogos fue asesinada y arrojada a una acequia en Silla, cerca del lugar donde hace apenas unos días apareció el cadáver de Olga Pardo. Ambas eran jóvenes, desaparecieron sin dejar rastro y luego aparecieron muertas en crímenes que siguen sin resolver. Son solo el vértice de las desapariciones o casos sin resolver en la Comunidad Valenciana.

Aunque no existe un nexo aparente, el crecimiento de este tipo de casos tiene a la policía preocupada. Nombres como el de Florina y el de Olga, como el de Wafaa, Alicia y Henry, forman parte de la actualidad. Pero el problema es mucho mayor. En la región hay 136 asesinatos sin resolver, como el de Marta Calvo o María Teresa Mestre, y 411 desapariciones activas.

Entre los casos más antiguos de asesinatos está el de un menor apuñalado en el centro de Valencia, el de un basurero acuchillado también en la capital, o el de un camionero muerto a tiros en Isla Perdida. La mayoría de estos casos no se resolverán jamás y, además, han prescrito, con lo cual no tendría consecuencias penales para los autores.

Lo que más preocupa son los crímenes sin resolver y las desapariciones, que suelen ser la antesala de un asesinato. De las búsquedas en activo, al menos cinco fueron catalogadas como forzosas, es decir, relacionadas con sustracción de menores, indicios criminales o personas expulsadas de su hogar. También hay 235 sin clasificar, que suponen una angustia para decenas de familias en vilo.

Otra de las lagunas que siembra el misterio es el de los cadáveres sin identificar. Interior contabiliza en 139 los cadáveres hallados en la última década en la Comunitat Valenciana. De ellos, 59 siguen sin identificar. Como el del cuerpo que apareció hace sólo una semana en Oliva sin brazos ni piernas, en avanzado estado de descomposición.

1. Henry Alejandro Jiménez

Una de las desapariciones más misteriosas es la de Henry Alejandro Jiménez, de 20 años, en Orihuela. Lo único que se sabe es que el 1 de enero de 2019 estuvo de fiesta con unos conocidos y que su compañero de piso le dio una paliza. La última pista es un vídeo en el que aparece Henry magullado en una esquina. A partir de ahí, ni rastro del joven.

Gina, su madre, cree que lo mataron e hicieron desaparecer su cuerpo. «No se lo pudo haber tragado la tierra», clama esta madre, «por eso suplico a la justicia que investigue a fondo y encuentre a los culpables». En marzo del año pasado se reabrió el caso ante la aparición de nuevas pruebas, pero el caso sigue sin resolver.

2. Wafaa Sebbah

La tarde del 17 de noviembre de 2019, la joven de origen argelino Wafaa Sebbah, de 19 años, desapareció en Xátiva. Realizó una última llamada al teléfono de un hombre de 70 años con el que mantenía una relación esporádica. A pesar de que el Grupo de Homicidios se hizo cargo de la investigación, a fecha de hoy no saben si está viva o muerta.

Una semana más tarde de su desaparición, su teléfono se conectó desde un centro comercial de Carcaixent. Las cámaras demuestran que Wafaa no estuvo allí, así que alguien abrió su teléfono, seguramente para borrar sus perfiles de las redes sociales como se comprobó después. La policía da por hecho que no fue una desaparición voluntarias, y su búsqueda se ha centrado en el entorno aunque sin éxito por ahora.

3. Alicia Valera

El 6 de noviembre de 2020 apareció el cadáver de Alicia Valera en una acequia en La Hoya, cerca de donde apareció hace unos días Olga Pardo. Alicia era una funcionaria de 45 años, y se encontraba paseando con el perro a plena luz del día cuando fue estrangulada por la espalda. No hay indicios de violación ni de intento de robo.

El caso desató el pánico en la pedanía de La Hoya y los nervios fueron creciendo a medida que la investigación se quedaba estancada. Los vecinos presionaron a la policía para esclarecer cuanto antes el caso y detener al asesino, que a fecha de hoy anda suelto. Por ahora solo ha trascendido que se trata de un hombre de 20 y 30 años, que llevaba mascarilla y vestía chándal gris con capucha.

4. Olga Pardo

El crimen de Alicia conecta con el de Olga Pardo, una mujer de 43 años desaparecida en Valencia y hallada sin vida días después en la acequia de Massarrojos. También fue estrangulada, aunque se desconoce quién pudo hacerlo. La policía cree que fue asesinada en otro punto y arrastrada hasta la acequia, donde la arrojaron.

La primera pista para resolver este crimen fueron unas supuestas amenazas que recibía la víctima por parte de mujeres de su barrio. La falta de testigos oculares y el avanzado estado de descomposición del cuerpo hace que apenas existan pruebas, más allá de los mensajes de móvil que ahora la policía está investigando. Otro misterio sin resolver, por ahora.

5. Florina Gogos

El 8 de enero de 2021, la compañera de piso de la joven rumana Florina Gogos denunció su desaparición. Florina, que tenía 18 años y se dedicaba a la prostitución en la carretera, apareció muerta en una acequia en Silla. Era una de las víctimas de una mafia que explotaba mujeres y que fue desmantelada a finales del año pasado.

Las cámaras de seguridad grabaron el último coche al que se subió Florina, sobre las 5 y media de la tarde del 8 de enero. Fue a poco más de 600 metros donde se encontró su cuerpo sin vida. Las cámaras captan el mismo coche huyendo a gran velocidad 20 minutos después. A fecha de hoy el caso sigue sin resolver, y hace pocos días desapareció otra prostituta en el mismo lugar y en las mismas circunstancias.