Desde este domingo, la actualidad política viene inherentemente marcada por la campaña electoral en Madrid. Será el próximo 4 de mayo cuando 5.112.000 madrileños podrán acudir a las urnas para elegir a los nuevos miembros de la Asamblea de Madrid, que a su turno deberán escoger el gobierno regional que conduzca la Comunidad hacia las próximas elecciones, que se celebrarán en mayo de 2023, para volver a hacerlas cuadrar con el ciclo de elecciones autonómicas, tal y como indica la ley electoral de la Comunidad. Por consguiente, la proximidad electoral da lugar a la publicación de encuestas casi diarias sobre qué ocurrirá en Madrid.
Todos los sondeos coinciden en que el PP de Isabel Díaz Ayuso va a arrasar y pronostican una cómoda victoria que puede acercarle al umbral de la mayoría absoluta. Una perspectiva muy favorable para los populares madrileños que contrasta de pleno con las sensaciones en la planta noble de Génova. Desde su llegada a la presidencia del PP, lo cierto es que las cosas no han ido demasiado bien a Pablo Casado, sobre todo por su doble derrota en las dos convocatorias electorales de 2019 y la incapacidad, desde entonces, de conseguir una dinámica en las encuestas que permita señalarle como alternativa real a Pedro Sánchez.
El PP crece notablemente en intención de voto...
Pero este lunes, 19 de abril, podría haberse producido un punto de inflexión en este sentido. Aún es pronto para hacer pronósticos y solo el tiempo lo dirá, pero el barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) gira de pleno la tendencia que hasta hoy seguía el Partido Popular, que podría iniciar su remontada. Las voces que incluso empezaban a insinuar que el PP tenía que sustituir a Pablo Casado ven ahora como la situación podría cambiar: los planes de futuro del presidente popular, envueltos en un cierto aire de pesimismo, podrían mutar hacia una perspectiva más positiva.
El PP sigue muy por detrás del PSOE, es cierto, pero también lo es el hecho de que, en un solo mes y en comparación con el último barómetro del CIS, los populares experimentan una notable subida: un 2,7% más de voto, una diferencia muy significativa en un periodo tan corto. El PP pasa del 17,9% de los sufragios pronosticado en marzo al actual 20,6%. El PSOE está, como decimos, muy por encima del PP: ahora mismo la distancia es de 10,9 puntos, situándose en el 31,5% y con una tendencia ligeramente ascendente.
Por detrás del PP, Vox se consolida como tercera fuerza y su crecimiento no cesa, situándose en el 15,4%; Unidas Podemos logra dejar de caer y crece hasta el 10,7; mientras que Ciudadanos sigue en caída libre con solo 6,7 puntos. Por detrás, ERC (2,8), Más País (1,9), Junts per Catalunya (1,5) y el PNV (1,5) completan el dibujo que muestra cómo quedaría configurado el Congreso a día de hoy, según el CIS.
... y lo hace a costa de Ciudadanos
El crecimiento acentuado del PP va de la mano de la caída incesante de Ciudadanos, que no logra parar la sangría de votos y que podría tener la primera consecuencia de profunda gravedad este mismo 4 de mayo, quedando fuera de la Asamblea de Madrid, tal y como anticipan cada vez más encuestas. El PP recupera, pues, votantes que hasta ahora habían confiado en Ciudadanos pero que ya no ven útil a la opción de Inés Arrimadas para dar cumplimiento a sus cometidos ideológicos; y se ve beneficiado también por la gran exposición mediática que está teniendo en las últimas semanas la presidenta madrileña y candidata popular a la reelección, Isabel Díaz Ayuso.
Pero sería incorrecto no atribuir la crecida importante que registra el PP al descenso notable registrado por Ciudadanos, que pasa en un mes de 9,5 puntos en intención de voto a solo 6,7. Efectivamente: un 2,8% muy similar al 2,7% que sube el Partido Popular. No se puede atribuir toda esta fluctuación a este movimiento tan simple, pero puede darse por seguro que una parte importante de la ganancia en apoyos del PP procede directamente de las filas naranjas. Ahora habrá que esperar al barómetro del CIS del mes de mayo para comprobar en qué medida se consolida esta nueva tendencia de los populares.
En el nuevo sondeo va a poderse comprobar si la figura de Isabel Díaz Ayuso y su presumible victoria en Madrid impulsan aún más a Pablo Casado o si, por el contrario, el giro que muestra el CIS de abril es un hecho puntual. En cualquier caso, ningún movimiento en las encuestas es casual y en Génova ven hoy el futuro de su líder de una forma moderadamente más optimista. Su futuro, puesto en duda en reiteradas ocasiones de manera interna, podría cambiar radicalmente e iniciar una tendencia que le lleva a aproximarse al PSOE y, quien sabe, llegar a luchar por la Moncloa. El futuro inmediato lo dirá.