Bajo la sombra mediática de casos como el de Diana Quer, Gabriel Cruz ‘El Pececito’ o Marta del Castillo, existen en nuestro país decenas de menores de edad que han desaparecido sin dejar rastro.
Niños y jóvenes cuyos progenitores esconden una historia repleta de sufrimiento y años de búsqueda incesante sin contar con el apoyo de los medios de comunicación, que seleccionan aquellos casos más mediáticos y dan la espalda al resto que, prácticamente, quedan en territorio de lo desconocido.
Este es el caso de la joven Sara Morales, una niña de 14 años cuyo paradero continúa siendo desconocido desde el pasado 30 de julio del 2006.
Aquel día, la chica adolescente desapareció en Las Palmas de Gran Canaria sin dejar rastro mientras se dirigía a un centro comercial muy próximo a su residencia familiar. Desde entonces, sus seres queridos siguen luchando por mantener el caso abierto y evitar que su nombre caiga en el olvido.
Sara Morales, la chica de 14 años que desapareció en Gran Canaria en el 2006
Sara Morales tenía 14 años cuando fue vista por última vez. La joven desapareció durante la tarde del 30 de julio del 2006, un domingo tranquilo en el que la canaria tenía planeado reunirse con un amigo en el centro comercial La Ballena.
La niña nunca llegó a su destino, por lo que su amigo no tardó en alertar a los padres tras esperar casi media hora por ella en el centro comercial, donde habían quedado a las 17.00 horas.
Poco antes de esa hora, Sara Morales había salido de su domicilio familiar sin dinero ni documentación, pero sí portando un teléfono móvil cuyo buzón de voz empezó a saltar desde el primer momento que el adolescente intentó contactar con su amiga.
El trayecto entre el domicilio de la joven y el centro comercial era de poco más de un kilómetro, por lo que fue una desaparición sin pistas que dejó completamente descolocados a los agentes de la policía, que nunca descartaron «ninguna hipótesis».
La misteriosa desaparición de Sara Morales: la investigación continúa abierta
A pesar de que la desaparición de Sara Morales no contó con mucha cobertura mediática, la familia sí contó con el apoyo de los vecinos de la localidad de Escaleritas, que contribuyeron a las labores de búsqueda.
Las pesquisas policiales llevaron a detener a un hombre implicado en el intento de rapto de una menor en La Garita en enero de 2008, aunque finalmente no pudo ser vinculado al caso de Sara Morales. Poco después, en octubre, la policía procede a la detención de Miguel Ángel M. R., de 47 años.
Este vecino del barrio de La Feria, con un amplio historial delictivo por violar hasta una veintena de mujeres, fue durante un tiempo considerado el principal sospechoso de la desaparición de la joven canaria.
Sin embargo, la investigación no puede terminarse porque el 22 de enero de 2009 el sospechoso decide quitarse la vida en prisión y los policías se ven en la obligación de continuar con otras de las líneas de investigación sobre las que estaban trabajando.
A partir de ese momento, los investigadores optan por emprender la búsqueda de los posibles restos mortales de la niña, procediendo al rastreo y la excavación de varias zonas situadas en el entorno al lugar de la desaparición: el solar de La Paterna y un pozo de Jinámar, entre otros.
Y así, sin nuevas pistas ni informaciones trascendentales, la investigación por la desaparición de Sara Morales ha continuado en medio de la reivindicación por parte de sus familiares, que se han manifestado en múltiples ocasiones para pedir más recursos que permitan dar con el paradero de una joven cuya búsqueda sigue activa, según podemos ver en la página web 'Sos Desaparecidos'.