El ingenio se agudiza normalmente para salir de una situación comprometida, aunque en muchas otras ocasiones, en vez de utilizarse para el bien común termina siendo el arma de la mayoría de individuos que moran en la delincuencia. Uno de los últimos métodos que han desarrollado algunos criminales para llevar a cabo una trama de robo es el de los hilos de pegamento en la puerta de las casas. Se utiliza para saber si alguien ha abierto o no en unos días la puerta de una vivienda.
Según explica la publicación en Facebook de la Policía Nacional «Los ladrones están colocando hilos de pegamento entre el marco y la puerta para localizar posibles casas vacías. Si pasan varios días y no se han roto significa que nadie ha abierto la puerta y la vivienda está deshabitada».
Mencionan la dificultad para visualizarlos y advierten a los propietarios de que avisen a los agentes de la ley en caso de vislumbrar esta trampa. «¡OJO! Son más difíciles de detectar, ya que no se caen al suelo como los testigos de plástico, que al caer pueden ser vistos por otros vecinos. Presta atención y si los ves 091»
Lugares en los que ya se ha llevado a cabo esta trama
A pesar de que este método pueda parecer novedoso, lo cierto es que ya se ha llevado a cabo en otras localidades del territorio español, como por ejemplo en Alicante. Durante el pasado mes de diciembre la Policía Nacional lograba desarticular una organización criminal especializada en robos con fuerza en el interior de viviendas deshabitadas. Se desplazaban por toda la provincia para cometer estos delitos mediante el método del hilo con pegamento previamente citado.
La banda tenía tal nivel organizativo que se pudieron pormenorizar diferentes niveles de responsabilidad. En un lado se localizaron a los encargados de vigilar y marcar los apartamentos que más tarde serían asaltados. En su labor recorrían las calles de diferentes localidades de la provincia y de madrugada marcaban con estos hilos las puertas de un edificio entero. Al día siguiente si el hilo permanecía intacto conocían si sus propietarios la habitaban o no.
Otros integrantes de la organización —gracias a esta información— recorrían los edificios marcados y entraban a las casas para saquearlas. No eran cacos cualquiera, sino que en la mayoría de las ocasiones se les había identificado con anterioridad como expertos en el manejo de ganzúas y otras herramientas específicas para operaciones de alunizaje. Las víctimas de estos robos no se percataban del percance hasta que iban a buscar los elementos que les habían sido sustraídos.
Un método no tan novedoso pero efectivo
El método de marcar viviendas suele comenzarse por las mañanas según aseguran miembros de la Policía Nacional y suele colocarse en la parte de la puerta donde se unen los marcos. Una vez dado el primer paso, los ladrones suelen efectuar el hurto durante la tarde o la noche. En el caso de que una persona entre al domicilio, automáticamente el hilo se romperá sin que el propietario se dé cuenta.
Normalmente los ladrones suelen esperar de tres a cuatro días antes de iniciar el allanamiento, si el testigo sigue habilitado proceden a entrar a la vivienda y desvalijarla de cualquier elemento de valor. Los ladrones tienden a actuar en pisos altos o fincas, básicamente para ahorrarse el tránsito de vecinos que pueda condenar el acto criminal.
La premisa policial ante cualquier tipo de indicio de estas características es claro, si se observa el filamento llamar a los agentes de la ley. De esta forma la Policía dispondrá de toda la información necesaria y podrá desplegar un dispositivo acorde que permita reaccionar ante un posible hurto.