La identificación del cuerpo sin vida hallado el martes en un canal en Massarrojos, Valencia, confirmó que se trata de Olga P. F., una joven de 43 años que estaba desaparecida desde el sábado. Los resultados de la autopsia han revelado además que no fue un accidente. Olga fue estrangulada, y además, mandó un mensaje antes de desaparecer en el que decía sentirse atemorizada por unas mujeres del lugar.
Según el análisis forense del Instituto de Medicina Legal de Valencia, el cadáver presenta lesiones en la tráquea que lleva a los especialistas a determinar el estrangulamiento como la causa de la muerte. Se confirman así las sospechas iniciales, dadas las extrañas circunstancias en las que desapareció la joven.
Olga fue vista por última vez el sábado por la noche en el barrio de la Malvarrosa, cerca del lugar donde luego apareció sin vida y desde donde había realizado varias llamadas con el móvil. El Grupo de Homicidios de la Guardia Civil de Valencia se han hecho cargo de la investigación para esclarecer la verdad de lo ocurrido.
El cuerpo de Olga fue encontrado el pasado martes en la Acequia Real de Moncada, y tras el hallazgo los agentes de la Guardia Civil acordonaron la zona mientras llegaba el Grupo Especial de Actividades Acuáticas (GEAS). Los buzos reflotaron el cadáver hasta la superficie con mucho cuidado para no destruir pruebas, y en una primera observación, los investigadores no encontraron signos externos de violencia.
El cadáver estaba hinchado por el tiempo que pasó sumergido en el agua. Según los resultados de la autopsia, entre la muerte por estrangulamiento y el hallazgo pasaron unas 24 horas. Los investigadores tienen claro que el crimen tuvo lugar en otro sitio y que fue la corriente la que arrastró el cadáver hasta quedar atascado en la compuerta de la acequia.
La prioridad ahora es encontrar el tramo de la acequia donde el autor o autores del crimen arrojaron el cadáver al agua. Este dato ayudaría a los investigadores a estrechar el cerco, pero la tarea no será nada fácil. El canal pasa por 21 pueblos y 13 pedanías, pero de momento los agentes han acotado la búsqueda en cinco de ellos: Quart de Poblet, Paterna, Burjassot, Godella y Rocafort.
La principal hipótesis es que la víctima fue trasladada viva o muerta en un vehículo desde una de esas localidades, y que el autor se deshizo del cadáver, que fue llevado por la corriente canal abajo. En la compuerta de Massarrojos quedó atascado, y allí fue donde un agricultor lo vio y dio la voz de alarma a la policía.
Había recibido amenazas
La policía tomó declaración a una amiga y una hermana de Olga, con la intención de reconstruir sus últimas horas de vida. De momento saben que había trabajado en un restaurante y un hotel de Valencia, que tenía una leve cojera por una lesión en la cadera, y que vivía en una pedanía de La Torre y frecuentaba el barrio de la Malvarrosa.
Pero hay informaciones aún más inquietantes y que hacen sospechar a los investigadores. Uno de sus amigos vio en su teléfono una llamada perdida de Olga, que había realizado el domingo a la una y media de la madrugada. El móvil de la joven no estaba entre los objetos personales que los agentes hallaron en los dos bolsos colgados de su cuerpo.
El principal hilo de la investigación son ahora unas supuestas amenazas que recibió la víctima antes de que su familia perdiera la comunicación. Su entorno confirma que Olga había mandando un mensaje desde su móvil en el que aseguraba estar atemorizada por unas mujeres de la Malvarrosa. Por ahora se desconoce el motivo de las amenazas.
La familia denunció la desaparición de Olga el sábado 3 de abril en la comisaría de Trànsits de la Policía Nacional. En un principio la policía judicial de Moncada se hizo cargo de la investigación, pero tras conocerse las circunstancias ha pasado a manos del Grupo de Homicidios. Faltan por conocer las pruebas toxicológicas, que indicarán si había algún tipo de sustancia en su cuerpo y ayudarán a avanzar en la investigación de este extraño suceso.