El COVID-19 todavía sigue muy presente en todo el mundo. A pesar de que la campaña de vacunación va viento en popa, todavía se siguen produciendo muchos contagios. Ahora un estudio recoge los síntomas más frecuentes que experimentan los positivos según su género y edad.
Los síntomas más comunes según la edad
La investigación, publicada en la prestigiosa revista The Lancet, se ha llevado a cabo a partir de los datos recogidos por la aplicación Zoe Symptom Tracker. Esta ha sido minuciosamente analizada por expertos del King’s College de Londres.
Este análisis se basa en los síntomas que desarrollan los pacientes al principio de su enfermedad. Esta es diferente según la edad del contagiado y su género.
De acuerdo con el estudio, los mayores de 80 años tienen más probabilidades de experimentar dolor de garganta, en el pecho o a nivel muscular. También pueden sentir molestias en los ojos, escalofríos o diarrea durante los primeros días de la enfermedad.
En el grupo anterior a estos, que comprende desde los 60 hasta los 79 años, también son comunes los dolores musculares y en el pecho. A estos síntomas se suman la dificultad para respirar y la pérdida del olfato más conocida como anosmia o hiposmia, dependiendo de si es total o parcial.
El dolor abdominal, en el pecho y la merma del olfato son sintomatología propia de quienes tienen entre 40 y 59 años. Además, este grupo se caracteriza por tener durante los primeros días de contagio una tos persistente.
Los pacientes más jóvenes que se han estudiado, de 16 a 39 años, tienen dolor en los ojos, en el abdomen y en el pecho. A todo ello, hay que añadirle la dificultad para respirar con normalidad y la pérdida del olfato.
La sintomatología varía entre géneros
En cuanto al género, el estudio también ha encontrado diferencias sustanciales entre hombres y mujeres contagiados por COVID-19. Ellos son más propensos a sufrir problemas para respirar, fatiga, escalofríos o fiebre en los tres primeros días. Ellas tienden a perder el olfato, tener dolor en el pecho y tos persistente.
Con todos los datos recogidos por los expertos, se quiere ayudar a identificar los casos más rápidamente para evitar la expansión masiva del virus de nuevo.
Los síntomas más claros para la detección temprana incluyen pérdida del olfato, dolor en el pecho y tos persistente, según el estudio. A ellos hay que añadir el dolor abdominal, ampollas en los pies, dolor en los ojos y dolor muscular inusual.
"Sin embargo, para los grupos mayores, la pérdida del olfato no fue un signo temprano, mientras que otros síntomas tempranos como la diarrea fueron clave”, señala la investigación.
“La fiebre, aunque es un síntoma conocido de la enfermedad, no fue una característica temprana de la enfermedad en ningún grupo de edad", dice el estudio.
Los datos recogidos por esta investigación sugieren que diferentes miembros de la misma familia pueden tener sintomatología diferente ante el COVID-19.
De hecho, la doctora Claire Steves, científica principal del Zoe Covid Study y profesora del King's College, señala que "es importante que las personas sepan que los primeros síntomas son muy variados". De hecho, "pueden verse diferentes para cada miembro de la familia o del hogar”, subraya.
“La guía de pruebas podría actualizarse para permitir que los casos se detecten antes, especialmente frente a nuevas variantes que son altamente transmisibles", añade.
Está claro que todavía queda mucho por investigar sobre este coronavirus que tanto ha cambiado nuestras vidas en el último año. Sin embargo, cada uno de los estudios que se realizan es un punto a favor para llegar a conocer mejor este virus que tantas vidas se ha cobrado en todo el mundo.