Hace un año o apenas unos meses parecía imposible, pero finalmente los conciertos y los festivales masivos han vuelto este verano a España. Si bien es cierto que lo han hecho con muchas medidas de seguridad contra el COVID-19, como los cribados previos entre los asistentes. Después de se hayan realizado las primeras pruebas, ya se puede confirmar que es lo que ha pasado con el coronavirus tras su celebración.
Y los resultados reflejan que quizá ha sido algo precipitado empezar a celebrar los mismos con la situación que vivía nuestro país. Especialmente en una comunidad como Cataluña que ha sido la que se ha visto más golpeada por la quinta ola. Es el departamento de Salud de la Generalitat el que ha hecho balance sobre los 3 grandes festivales que ha habido en Cataluña este verano.
Las autoridades sanitarias permitieron que se llevaran a cabo los festivales Vida, Canet Rock y Cruïlla a los que acudieron unas 50.000 personas. Todas ellas se tuvieron que someter a un test de antígenos antes de poder acceder. Aunque esto no evito que al finalizar se detectaran más casos positivos de los que se esperaban.
Los cálculos del departamento de Salud estimaban la posibilidad de que hubiera 1.437 contagiados. Finalmente, esta cifra se ha superado en 842 casos, ascendiendo el número de contagiados en estos festivales a 2.279.
Las conclusiones de esta prueba piloto han sido presentadas por la secretaria de Salud Pública, la doctora Carme Cabezas. Esta ha dado a conocer el seguimiento que se hizo a los asistentes a estos tres festivales entre el 1 y de 10 julio.
En cada uno de los festivales se detectaron más contagios de los que esperaba Salud. Todo después de que cada uno aplicará a su manera los cribados que les exigía la Generalitat. Y que la propia doctora Cabezas reconoce no fueron igual de eficientes en los tres.
Por un lado, el festival Vida tuvo lugar entre el 1 y el 3 de julio en Vilanova i la Geltrú. En él se detectaron 466 casos por los 225 esperados. Es más del doble y la secretaria de Salud Pública reconoce que el cribado no fue "tan efectivo".
El Canet Rock se llevó a cabo en la también localidad barcelonesa de Canet de Mar el 3 de julio. En este hubo 956 contagios cuando se esperaban 576. Se estima que hubo un riesgo de contagio de 1,8.
Por último, el festival Cruïlla se celebró en el Parc del Fòrum de la capital catalana. Su cribado fue considerado efectivo, pero no pudo evitar los 857 contagios por los 636 esperados.
Los festivales han favorecido la transmisión del coronavirus en Cataluña
Así, los resultados finales confirman que entre las 49.570 personas estudiadas "al menos" hay 842 casos más de los esperables. Esto supone un 60% de lo que se había calculado 14 días después de su celebración.
La doctora cabezas no ha dudado en afirmar que estos contagios han estado "por encima de lo deseable". Añadía que seguramente estos han tenido "un papel en la transmisión" tan alta que ha habido en Cataluña en esta quinta ola. Aunque ha recordado que hay otros factores como las fiestas por San Juan, el famoso brote de Baleares o la tan temida variante delta.
No ha querido calificar como "superdiseminadores" del COVID-19 a estos festivales. Todo incluso sabiendo que hubo 271 personas se colaron pese a tener un test de antígeno positivo.
Ha concluido diciendo que "ya se han tomado medidas" para este tipo de eventos musicales. Ha recordado que ahora mismo tienen que ser con el público sentado y con una limitación horaria. Además de seguir siendo obligatorio el uso de mascarilla después de detectar que "las personas se pueden relajar al cabo de unas horas de festival, con un test negativo".