Vladimir Putin ha recibido un duro ataque por parte de Estados Unidos, y además donde más le duele. Joe Biden ha decidido sancionar a las dos hijas del presidente de Rusia. Una de las medidas que adoptarán será el bloque de todos los bienes que tengan en el país, además de cortar los movimientos bancarios.
Como es lógico, esta postura no ha sentado nada bien en el Kremlin. Las decisiones adoptadas "ni se entienden ni se explican", apuntaron desde Moscú. Prometen que no se quedarán de brazos cruzados y responderán "sin falta y lo harán de la manera que se considere oportuna".
Pero el castigo no sería solo hacia las hijas de Putin. También habrían puesto el foco en la mujer y primogénita del ministro de Exteriores y en varios miembros del consejo de seguridad del Kremlin.
"El camino adoptado de restricciones contra las familias de dirigentes rusos habla por sí solo. A duras penas eso merece una explicación", señalan. Consideran que es "difícil de entender y de explicar", recalcó el portavoz de la Presidencia rusa.
Hay que decir que las hijas del presidente de Rusia no cuentan con un perfil público en su país. Son prácticamente unas desconocidas para la mayoría de la población. Una de ellas sería Ekaterina Tijonova, que según distintos medios occidentales, estaría trabajando en la Universidad estatal de Moscú.
La otra utilizaría la identidad de María Putina. En cualquier caso, ambas evitan emplear el apellido del padre por miedo a posibles represalias. El mandatario ruso no quiso confirmar ni desmentir estas informaciones, pero la reacción del Kremlin les delata.
De una manera tácita acaban de admitir el parentesco con Putin. Queda por comprobar qué medidas adoptan para plantarle cara a Estados Unidos.
Las sanciones a Rusia han sido una constante desde que estallara la guerra. Moscú asegura que ha conseguido esquivar los efectos de dichos castigos pensados para destruir su sistema financiero. Pero estas penas a la familia del dirigente ruso son relativamente recientes.
El gobierno de Biden optó por sancionar a Putin y a su ministro de Exteriores cuando comenzó la invasión en Ucrania. Pero tienen la sospecha de que ocultan sus bienes detrás de amigos y familiares, por lo que resulta complicado hacerles daño en ese sentido.
El portavoz de la Presidencia, Dimitri Peskov, recordó que las respuestas por parte de Rusia no tardarán en llegar. Pero desde febrero se les va acumulando el trabajo con todos los castigos impuestos.
Entre otras cosas se incluye la desconexión parcial del país del sistema SWIFT, además de la inmovilización de las reservas de su Banco Central. Algunos estados también han sumado el embargo sobre la importación de petróleo ruso. Habría que añadirle, además, las restricciones impuestas por Occidente en cuanto a la exportación de artículos rusos.
Vladimir Putin, contra las cuerdas
Vladimir Putin no parece dispuesto a rendirse. Tiene a gran parte del mundo posicionado en su contra, pero eso no es motivo para que recapacite. Incluso Youtube se ha propuesto limitar las comunicaciones allí.
La plataforma bloqueó la grabación de vídeo de una rueda de prensa de la portavoz de Exteriores por "violar la política" de la compañía. Explicaron que "nuestros principios prohíben el contenido que niega o menoscaba la importancia de episodios de violencia documentados".
Esto fue catalogado como "un acto de censura digital" por parte del Gobierno de Rusia. Insisten en que sus ataques están dirigidos a inutilizar infraestructuras militares, pero las imágenes demuestran el golpeo que se hace a civiles.
Putin vuelve a encontrarse otro obstáculo en el camino con las sanciones a sus hijas. Las medidas se irán recrudeciendo con el tiempo si no cesa en sus ataques.