Justo hace una semana que el Congreso de los Diputados prorrogó, por tercera vez des de su aprobación, el estado de alarma por el coronavirus. En esa ocasión, el Gobierno encontró el apoyo de buena parte de la cámara baja, salvo el de los grupos de Vox, JxCat y la CUP, que votaron en contra.
Pero a medida que pasan los días el Gobierno de Pedro Sánchez ve como la posibilidad de no poder hacer una cuarta prórroga aumenta. Y es que hoy en el Congreso, el líder del PP, Pablo Casado dejaba caer que su partido se podría abstener.
Casado acusaba a Sánchez de «mentir» y de hacer el «ridículo» en su gestión de la crisis del coronavirus, al tiempo que le ha recriminado que no informe con carácter previo a la oposición de su plan de desescalada. No era el único, el portavoz de Ciudadanos, Edmundo Bal, atacaba también al presidente y ponía en duda también el voto a favor de sus 10 diputados.
Pero no solo eran estos partidos, los principales socios del Gobierno también se mostraban dispuestos a votar no a alargar el estado de alarma 15 días más. Gabriel Rufián (ERC) decía que su grupo, tras haberse abstenido hasta ahora, está más cerca del no y criticaba que la «falta de diálogo» en la crisis del coronavirus está poniendo en riesgo el bloque de 180 diputados.
Por su parte, el portavoz del PNV en el Senado, Jokin Bildarratz, afirmaba que «se está complicando» el apoyo de su formación a la nueva prórroga del estado de alarma planteada por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, debido a la falta de «diálogo leal y colaboración» con las instituciones vascas en la elaboración del plan de desescalada.
Trastocaría los planes del Gobierno
Después de anunciar en que consistirán las cuatro fases del plan de desescalada del desconfinamiento, todo podría quedar en el aire. Y es que estas medidas solo se podrían aplicar siempre que España mantuviera declarado el estado de alarma.
De no conseguir su objetivo y alargarlo las semanas necesarias, el Gobierno no tendría ninguna autoridad para limitar los movimientos a los ciudadanos. La tan ansiada vuelta a la normalidad llegaría quizá antes de lo que todos esperábamos, aunque seguramente no sea lo más deseable.