Erika Yunga Alvarado es la adolescente de 14 años que ayer apareció muerta en casa de su vecino de 32 en Vallobín (Oviedo). La policía detuvo como presunto autor del crimen a este hombre que estaba obsesionado con la niña y la acosaba. Ahora tratan de esclarecer si cometió hubo un intento de agresión sexual.
La víctima es hija de un matrimonio ecuatoriano que llegaron hace años a Oviedo y están plenamente integrados. Ayer por la tarde llegó del colegio, llamó al telefonillo de casa y le abrieron la puerta para que subiera a comer. En el rellano le esperaba el agresor, que le asestó varias puñaladas y la metió en su piso.
El detenido es un hombre moldavo que llevaba solo tres semanas viviendo en el número 69 de la calle Vázquez de Mella. Tras cometer el crimen se autolesionó en la cara, el cuello y el tórax. El reguero de sangre en la escalera permitió a los agentes llegar hasta él y descubrir este crimen que ha conmocionado a España.
Volvía a casa del instituto
Erika era alumna del IES de la Eria y ayer, como todos los días, volvió a casa a comer tras finalizar las clases. La adolescente vive con sus padres René y Alba, y sus hermanos Jhon y Randy, en el cuarto piso. Llamó al interfono pero nunca llegó a su destino, y su hermano fue quien dio la voz de alarma.
Su padre bajó al portal a buscarla, pero a la altura del primer piso encontró la chaqueta de su hija junto a un reguero de sangre. Este conducía al domicilio de un vecino recién llegado y desequilibrado. Llamó inmediatamente al 091 y los agentes accedieron al inmueble por una ventana trasera en el patio de luces.
En el interior estaba el cuerpo sin vida de la niña con varias heridas de arma blanca. El presunto agresor se había autolesionado y permanece en el Hospital Universitario Central de Asturias bajo custodia policial. Fue sometido a una intervención quirúrgica, y está acusado de un delito de homicidio.
El móvil del crimen
El detenido aún no ha prestado declaración y el juez ha decretado el secreto de sumario. La Policía ha abierto una investigación y estuvieron hasta las ocho de la tarde recabando pruebas en el lugar del crimen. Una hipótesis es que la niña intentó zafarse de una agresión sexual a manos de su vecino.
El entorno descarta que la víctima y su asesino mantuvieran cualquier tipo de relación. Parece más bien que él se obsesionó con ella y ayer la abordó con la supuesta intención de agredirla sexualmente. De momento solo son conjeturas que la investigación tendrá que corroborar en los próximos días.
También habrá que esclarecer si el ataque fue premeditado o simplemente fue un encuentro fortuito. La autopsia y la declaración del detenido serán fundamentales para conocer con más detalles el móvil y las circunstancias del crimen. El presunto asesino permanece estable a pesar de la gravedad de las heridas.
'Erika era un ángel'
El crimen ha causado una auténtica conmoción en todo el país, y en especial en Vallobín y en el entorno de la víctima. La madre de Erika se enteró de la noticia mientras estaba en el trabajo, y se unió al dolor de la familia. Todos están devastados “con un profundo dolor por la muerte de nuestra chiquitina”.
La familia, de origen ecuatoriano, reside en Oviedo desde hace más de dos décadas. Los allegados de Erika la definen como “un ángel, una niña muy buena y formal que solía acudir con sus padres a la iglesia”. Los vecinos se encuentran conmocionados y solo hablan maravillas de la niña y su familia.
“Son encantadores, una familia educadísima, de diez”, dice un vecino de la misma escalera. Lo dice “asustado” porque tiene tres hijas y es consciente de que cualquiera de ellas podría haber sido la víctima. La policía ha tomado declaraciones a los familiares, a los vecinos y a los comerciantes, pero nadie escuchó nada.
Muestras de repulsa
Las autoridades también se han pronunciado sobre el deleznable crimen de esta niña de 14 años. Adrián Barbón, presidente de Asturias, ha mostrado su repulsa y ha afirmado que el de ayer es “un día terrible para la comunidad”. “Una tragedia terrible, algo para lo que no hay palabras ni consuelo”, añadió.
El alcalde de Oviedo, Alfredo Canteli, mostró su “firme condena” y su apoyo a la familia. El ayuntamiento ha convocado hoy cinco minutos de silencio a las 12 del mediodía. La Delegada del Gobierno en Asturias, Delia Losa, expresó “mi más absoluta condena” para “algo que no debería producirse nunca”.
Este crimen se produce en una semana negra en España tras el asesinato de un niño de 11 años y una mujer de 46. Jordi, un niño de 11 años, murió a manos de su padre este pasado fin de semana en Sueca (Valencia). Victoria Cristina, una mujer de 46 años, fue asesinada por su ex en Nohales (Cuenca) el pasado lunes.