España entera sigue conmocionada por el asesinato de un niño de 11 años a manos de su padre, este fin de semana en Sueca (Valencia). Antonio aprovechó el régimen de visitas para apuñalar a su hijo Jordi hasta la muerte. Lo hizo, además, el mismo fin de semana en el que el niño cumplía años.
La familia de Jordi se encuentra devastada e intentando asimilar lo ocurrido. Así lo ha contado Marta Tur, prima hermana de la madre del niño asesinado, en una entrevista para Telecinco. “Creemos que en cualquier momento podemos despertar y que esto no sea real”, ha expresado visiblemente afectado.
Antonio y su mujer se habían separado el pasado verano y él no aceptaba la situación. Existía una orden de alejamiento, pero en cambio mantuvieron el régimen de visitas para el padre. Ahora todo el entorno se hace la misma pregunta: ¿se podría haber evitado la muerte del pequeño Jordi?
Víctima de malos tratos
Fue la propia Marta quien acompañó a su prima hermana a poner la denuncia por malos tratos contra su marido. “Él a ella la acosaba continuamente, no aceptaba la decisión de quererse divorciar”, ha explicado Marta. Entre todos consiguieron convencerla para que dejara a su maltratador.
Además lograron que la justicia concediera una orden de alejamiento de 500 metros, “que él se ha saltado siempre que ha querido”. A pesar de la orden tenían la custodia compartida, algo la madre no compartía “porque él no estaba en condiciones”. Sin embargo, Marta reconoce que el padre lo trataba bien.
“Nunca había tenido ningún problema e incluso trataba al niño con cariño”, ha explicado. Por eso Jordi quería pasar aunque fuera unas horas con su padre, y este se lo llevaba los domingos para pasar un rato juntos. De hecho, la tía del niño ha querido desmentir una información que circulaba esta mañana.
Desmiente una información
Los vecinos aseguran que el padre había amenazado con matar al niño, pero Marta ha querido matizarlo. “A nosotros no nos consta esa frase, no sé si ese monstruo habrá dicho algo así a alguien pero desde luego a la familia no”, ha aclarado. Deja claro que si lo hubieran sabido esto no habría sucedido.
Con esta aclaración, Marta quiere aclarar que la madre de Jordi nunca habría puesto en riesgo al niño con estas amenazas de por medio. “Sí que es cierto que estos días mostraba más interés al ver al niño”, revela, pero asegura que no vieron nada extraño. “Así se hizo como se venía haciendo por costumbre”.
El viernes el niño celebró su cumpleaños y el padre aprovechó para pasar unas horas con él. Fue entonces cuando el progenitor asesinó a su hijo a puñaladas y su madre avisó a emergencias al día siguiente. Marta ha querido lanzar un mensaje sobre esta tragedia y el presunto parricida.
El mensaje de Marta: ‘es un monstruo’
“Un maltratador que es capaz de hacer eso nos tenemos que poner en situación y pensar qué monstruo es esa persona. Como todos los maltratadores lo que ha hecho es anularla como persona e intentar alejarla de su familia y de su entorno. Le hacía creer a ella que era una buena persona”, ha expresado.
Marta afirma que “había llegado a pegarle” pero que “tenía poder sobre ella y le hacía creer que era una buena persona”. “Así es como consiguió que ella accediese a dejarle a su hijo”, añade, “a pesar de que nosotros le advertíamos del riesgo”. Marta defiende a la madre, recordando que “es una víctima de violencia de género”.
“Como víctima de violencia de género no era consciente ni tenía la fuerza suficiente para llegar hasta el final”, ha asegurado. Marta le ha definido a él como “una persona un poco extraña”, y ha confirmado que “tenía problemas con la bebida”. Según ha dicho, últimamente bebía todos los días.
La madre se siente culpable
A preguntas de la presentadora, Marta explica que “la madre está destrozada, y se siente culpable que es lo peor”. La tía ha explicado que la madre siempre iba a recoger al niño acompañada por sus padres. Pero el pasado domingo no pudo contactar con el padre y fue cuando saltaron todas las alarmas.
En España recientemente cambió la ley para que los padres maltratadores no puedan tener régimen de visitas con sus hijos. Sin embargo esto no era así cuando se decretó el régimen de visitas en el caso de Jordi. “Y como nunca había mostrado nada malo hacia el niño, nunca lo imaginamos”, aclara Marta.
Marta ha hecho un alegato final condenando los hechos como violencia de género y violencia vicaria pidiendo que se juzgue como tal. “Aquí no hay margen, es la peor violencia y la más cruel que pueda existir”, ha dicho. Y ha concluido pidiendo a quienes cuestionan la violencia de género que dejen de hacerlo.