La guerra entre Rusia y Ucrania no parece que vaya a terminar pronto. El pasado 24 de febrero, Vladímir Putin anunció una “operación militar especial” para desmitilizar y “desnazificar Ucrania” y, desde entonces, no han parado de llegar testimonios desgarradores de los partícipes de la guerra.
El conflicto bélico ya ha provocado la muerte de más de 1.400 civiles, según datos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), aunque advierte de que la cifra podría ser mucho mayor. Y es que los balances de cifras varían según el organismo o el Gobierno que ofrece los datos.
Las fuerzas armadas de Rusia no han parado de atacar indistintamente distintos puntos de Ucrania. Járkov, Mariúpol, Odesa y Jérson son las ciudades que han sido más atacadas por las tropas de Putin.
La situación cada vez se hace más insostenible para los habitantes de Ucrania. Y es que los bombardeos y los misiles son constantes en distintos puntos del país.
La situación es insostenible para los habitantes de Ucrania
Decenas de miles de habitantes de Ucrania se han visto obligados a dejarlo todo atrás desde que estalló la guerra. Evitar tener que vivir la cruda realidad de la guerra y sus consecuencias es el principal objetivo de los refugiados que buscan empezar de nuevo en otro territorio.
Desde Ucrania no dejan de llegar imágenes desgarradoras. Distintas ciudades en ruinas, miles de hogares destrozados y miles de familias separadas a la fuerza, son estampas que dejan el corazón en un puño a cualquiera que las ve.
Muchas familias se han visto obligadas a separarse por la guerra
La guerra estalló ya hace más de un mes y muchas familias han tenido que alejarse. Y es que algunas madres han preferido separarse de sus hijos para que estos puedan refugiarse en otros territorios y así garantizar la seguridad de los pequeños, sin saber cuándo podrá darse un reencuentro.
Es el caso de Oleksandra Makoviy. Ella es una madre que decidió escribir en la espalda de su hija a bolígrafo su nombre, su fecha de nacimiento y los contactos de sus padres por si se perdía o ellos morían.
Oleksandra Makoviy pensó que era una buena idea escribir información sobre su hija y el contacto de sus progenitores en su espalda por lo que pudiera pasar. El principal objetivo de la madre era que la pequeña pudiera recibir ayuda si fuera herida o pudiera enterarse de si sus padres fallecían.
Desde luego, un duro relato que pone los pelos de punta y no ha dejado a nadie indiferente.
Iuliia Mendel, exportavoz del presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, ha compartido la imagen de la pequeña con sus datos escritos en su espalda.
Mendel explica que en tweet que la madre de la pequeña pensó que si su hija se perdía o ellos morían en la guerra de Ucrania, esa información sería de gran utilidad para quien encontrara a su hija.
Y es que la decisión de Makoviy no es para nada descabellada. Pues son muchos los niños que se han visto obligados a separarse de sus padres con muy poca edad a raíz de la guerra.
El relato de la historia de la hija de Makoviy se suma al de decenas de niños como Hassan Pisecká. Un niño que recorrió 1.000 kilómetros solo con su pasaporte, una botella de agua y un número de teléfono pintado en su mano.
Y es que a consecuencia del conflicto bélico, ya son 4,17 millones de personas que han tenido que exiliarse, según las cifras publicadas por la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR).