El asesinato de Asunta Basterra ha sido uno de los acontecimientos más desgarradores sucedidos en España. Parecía que había quedado en el olvido y se había hecho justicia tras atrapar a los culpables de la muerte de la menor. Sin embargo, el suicidio de Rosario Porto ha vuelto a sacar a la luz el caso. Ahora, las autoridades han encontrado una libreta que pertenecía a la madre de la niña.
Según han informado algunas fuentes cercanas a 'Vozpópuli', la policía encontró a la mujer ahorcada en la celda donde cumplía condena y tras recoger sus pertenencias encontraron el cuaderno donde escribía y hacía anotaciones.
Tras el hallazgo, los investigadores policiales se encuentran estudiando los objetos que han encontrado y que podrían determinar el motivo que le llevo a terminar con su propia vida.
Destinada al centro penal de mujeres de Ávila
Rosario Porto fue condenada por el Tribunal Supremo en 2016 a 18 años de cárcel por el asesinato de su hija menor de edad. Su marido, y padre de la niña, Alfonso Basterra, fue castigado con la misma pena y lleva desde el año 2013 en prisión provisional tras la muerte de Asunta.
Rosario Porto estuvo en los centros penitenciaros gallegos de A Lama, en Pontevedra, y Teixeiro, en La Coruña. Sin embargo, su tendencia a la depresión fue determinante para que la administración penitenciara llegara a la conclusión de que sería mejor una cárcel más pequeña para ella.
De esta forma, fue destinada a Brieva. La mujer, de 51 años, llegó en marzo al centro penal de mujeres de Ávila. Allí la incluyeron en un Protocolo de Prevención de Suicidios (PPS), porque había intentado terminar con su vida hasta en seis ocasiones más.
No obstante, han señalado que su estado de ánimo había mejorado con su llegada a esta cárcel. La prisión de Brieva es un lugar pequeño que no llega a las cien reclusas y Rosario Porto fue bien acogida por las presas. Según las fuentes esto se debe a que era una mujer inteligente y con estudios.
Doble condena
En Ávila presentó una mejora en su estado anímico. Se preocupaba por su aspecto físico y recientemente se había dado mechas en el pelo, además le había pedido al demandadero —la persona a la que se le piden objetos en la cárcel— que le trajera cremas. También escribía constantemente e incluso ayudaba a hacer escritos y presentar instancias en la prisión.
Por este motivo, y pese a los intentos anteriores, nada hacía prever el trágico final que tendría. Rosario ya no se encontraba en el programa de prevención de suicidios cuando decidió quitarse la vida.
Según la administración, decidieron sacarla de él porque mantenerla supondría una doble condena para ella, ya que significa estar bajo constante vigilancia en un módulo o junto a un preso de confianza. La mujer fue saliendo del programa de forma gradual hasta que finalmente pudo estar sola en una celda.
Los permisos de salida fueron denegados
La madre de Asunta había solicitado varios permisos ordinarios de salida. Pero todos fueron rechazados pese a estar clasificada en segundo grado penitenciario y haber cumplido una cuarta parte de su condena que le otorgan el derecho de solicitar un total de 36 días de salida al año. No obstante, para otorgárselo se deben tener muchos otros factores como la gravedad del delito, los años de condena pendientes o el arraigo familiar.
Ahora los trabajadores del centro penitenciario están tratando de descubrir si el suicidio de Rosario Porto fue un intento de llamar la atención como sucedió en 2018 cuando trató de ahorcarse en la ducha y llamó a gritos a una compañera para que la salvara, o si realmente quería terminar con su vida.