El coronavirus no solo está dejando cifras devastadoras de contagiados y fallecidos sino también efectos colaterales que van a tener consecuencias a largo plazo. La Organización Mundial de la Salud acaba de advertir que la resistencia a los antibióticos se disparará tras la pandemia por el abuso de estos fármacos para tratar los síntomas del coronavirus.
Para aliviar los síntomas de la Covid-19, muchas personas en sus casas y también en los hospitales acuden a los antibióticos. Una práctica habitual ante las infecciones que en este caso se ha disparado y puede generar resistencia a los antibióticos.
Según un estudio de la OMS, Europa está en riesgo de que se produzca una resistencia a los antibióticos que agravaría la salud de los más débiles. Se trata de un proceso que se está acelerando debido al uso inadecuado de estos medicamentos durante la pandemia, aunque ya existía una alerta por ese problema desde hace algunos años.
Se trata de un problema de salud pública grave, porque está científicamente demostrado que el uso masivo y continuado de antibióticos provoca que las bacterias muten y se hagan resistentes a ellos. Esto significa que cada vez los antibióticos son menos efectivos antes las bacterias y a la larga puede dejar muchas personas infectadas sin tratamiento.
Nueve países de Europa han servido de base experimental para un estudio presentado con motivo de la Semana Mundial de la Concienciación sobre los Antimicrobianos. Los resultados han llevado a los expertos a advertir de las consecuencias negativas del mal uso de estos medicamentos, que se ha incrementado con la aparición del nuevo coronavirus.
Todo parte de la idea errónea de que los antibióticos ayudan a prevenir y tratar infecciones virales, entre ellas la provocada por el SARS-CoV-2. Una creencia muy extendida entre la población, ya que según los datos entre un 79% y un 96% de las personas han tomado antibióticos a pesar de no haberse infectado de coronavirus.
Antibióticos y coronavirus
Por eso la OMS hace un llamamiento al buen uso de los medicamentos: «Los antibióticos salvan vidas y debemos garantizar su eficacia durante el mayor tiempo posible. Algunos pacientes graves con Covid-19 también tienen coinfecciones bacterianas y necesitan antibióticos para sobrevivir. Especialmente ahora, en la pandemia, es importante que se establezcan pautas claras para prevenir el uso inadecuado de los antibióticos».
Por su lado, la directora de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), María Jesús lamas, advierte que «el uso de antibióticos en el ámbito hospitalario aumentó un 40% durante el mes de marzo, coincidiendo con los peores momentos de presión asistencial por la pandemia de Covid-19».
Esta experta explica que la incertidumbre diagnóstica con el Covid-10 llevó al uso sistemático de antibióticos, como la azitromicina en combinación con la hidroxicloroquina, y esto puede acelerar que pierdan su eficacia.
Lamas recuerda que el coronavirus es una infección vírica y que las infecciones provocadas por virus no se tratan con antibióticos. Sin embargo, también matiza que hay algunos pacientes con sospecha de coinfección, provocada por una bacteria, para los cuales los antibióticos sí pueden ser de ayuda en el tratamiento.
El problema a largo plazo
Sanidad coincide con el diagnóstico de la OMS y lamenta que el coronavirus puede dejar tras de sí estas consecuencias: «A día de hoy se ha normalizado, pero no debemos olvidar la amenaza que supone. Es un escenario de alerta que nos debe hacer ser precavidos para no dar un paso atrás», dice Silvia Calzón, secretaria de Estado de Sanidad.
De una forma más general, Calzón ha recordado que la resistencia a los antibióticos a causa del mal uso que se hace de ellos es uno de los grandes retos de la medicina de hoy. «Además tiene un impacto económico que superaría los 1.500 millones de euros», añade.
Según la OMS y la ONU, unas 33.000 personas mueren al año en Europa debido a la resistencia a estos fármacos, 3.000 de ellas solo en España. Y según sus cálculos, en 2050 la resistencia a los antibióticos será la primera causa de muerte en el mundo, por encima del cáncer: 10 millones de muertes anuales.
Para ayudar a concienciar sobre este grave problema se han lanzado durante los últimos años planes específicos por parte de las autoridades sanitarias. En España, en 2014 se lanzó el Plan Nacional de Lucha contra la Resistencia a los Antibióticos (PRAN).