La Guardia Civil ha abierto una investigación tras encontrar a una madre y a su hijo muertos en Granada. Ambos cadáveres aparecieron sin vida el mismo día, pero en localizaciones diferentes.
Las víctimas vivían en Íllora, un municipio granadino que se encuentra conmocionado tras el fatal hallazgo. Dos de sus habitantes fueron encontrados inertes la pasada noche del lunes. Ninguno de los dos presentaba, aparentemente, signos de violencia que pudieran ser motivo de su deceso.
Los vecinos alertaron a los familiares de la madre
El primer cadáver que se encontró fue el de la mujer de 66 años. Al parecer, llevaba varios días fallecida en su domicilio de la calle Fuente Polo.
Los vecinos llevaban días sin verla y se había dejado una luz de la vivienda encendida día y noche. Algo no cuadraba en casa de la víctima y decidieron ponerse en contacto con sus familiares más directos. Fueron ellos quienes dieron la voz de alarma a uno de los hijos de la fallecida para que se acercara hasta el domicilio donde vivía su madre.
Tras recibir la alerta de los vecinos de su progenitora, uno de los hijos de la fallecida acudió hasta la vivienda granadina. Llevaba varios días sin saber nada de ella y decidió entrar en la vivienda donde se la encontró sin vida. A primera vista, el cuerpo de la mujer no tenía signos de violencia con los que relacionar su deceso.
Según las condiciones en las que se encontraba el cadáver de la víctima, todo apunta a que la mujer llevaba más de 48 horas sin vida en su casa de Íllora.
Se baraja la posibilidad de que su fallecimiento esté relacionado con alguna patología sin diagnosticar. Y es que la fallecida estuvo hospitalizada por COVID-19 entre octubre y diciembre del pasado año.
Por el momento, habrá que esperar a la autopsia, que será la que determine finalmente el motivo de la muerte.
Su hijo perdió la vida el mismo día
Tras el trágico suceso, el hijo de la víctima recibió un aviso de que otro hermano suyo también llevaba días sin dar señales de vida.
Cuando acudió al domicilio de este, ubicado en la misma localidad granadina, se lo encontró también sin vida. El cuerpo de la nueva víctima no presentaba ningún signo de violencia, igual que el de su progenitora.
Este hombre, de 40 años, llevaba aislado en la vivienda donde fue hallado inerte, por prescripción médica, varios días. Se trasladó allí tras haber dado positivo en COVID-19.
Las dos víctimas solían residir en el mismo domicilio de Íllora. Sin embargo, tras contagiarse el hijo por coronavirus decidió aislarse en la vivienda, donde fue encontrado su cuerpo la noche del lunes, para no contagiar a nadie más de su familia.
No se descarta que el motivo del deceso del hombre sea precisamente el COVID-19. Y es que no tenía patologías previas conocidas que pudieran desencadenar en este trágico final. No obstante, será la autopsia la que determine las causas exactas de su muerte y también la de su madre.
La Policía Judicial de la Guardia Civil ha abierto una investigación para esclarecer los hechos. A pesar de ello, la hipótesis que más fuerza cobra en estos momentos es que ambos fallecimientos estén relacionados con alguna patología desconocida.
El suceso ha generado gran conmoción entre los vecinos de la localidad granadina. Han perdido a dos de sus vecinos el mismo día y pertenecientes a la misma familia.
La casualidad ha querido que madre e hijo se marchen para no regresar en circunstancias similares el mismo día a tan solo unos metros de distancia.