La pandemia del COVID-19 ha dejado numerosos fallecidos por el camino en España. Y muchos de ellos, unos mayores y otros no tanto, han muerto tras contagiarse de coronavirus por no haberse vacunado previamente. Este es el caso del valenciano Dany Toledo, que ha perdido la vida por el Covid a la edad de 36 años.
Dany Toledo, un motero valenciano, falleció el pasado sábado por coronavirus después de más de un mes ingresado en el Hospital La Fe (Valencia). Dany deja una mujer y dos hijos, de tan solo seis y tres años. "Que la gente tome conciencia, que el coronavirus no es una tontería y el 'bicho' no baja la guardia", se lamenta Carol Sánchez, la viuda del motero.
El motivo de que salga a la luz la historia de Dany tiene la meta de animar a la gente a vacunarse. Que no jueguen con su vida de esa manera. "De verdad, es mejor que te siente mal el pinchazo a verte en la situación en la que se ha visto mi marido", recalca la mujer.
Dany Toledo se negó a vacunarse por miedo y acabó falleciendo tras contagiarse de Covid
Dany le tenía miedo a la vacuna. Además, cuando él veía que alguien fallecía por una reacción adversa de la vacuna, entraba en pánico.
"No te voy a engañar y sé que no estuvo bien. Pero, yo también me vacuné cuando le vi las orejas al lobo, que es cuando mi marido se puso enfermo", desvela Carol. "Pero, al final lo hice y si me tiene que pasar algo, por lo menos sé que actué responsablemente".
La familia de Dany desconoce en qué lugar cogió el 'bicho'. Y es que este valenciano estaba de baja laboral por problemas de espalda "y apenas salíamos de casa. Si había que hacer alguna gestión o recado, quien iba era yo", asegura Carol, su viuda.
Dany comenzó con fiebre, dolor de cabeza o pérdida de gusto y olfato. Entonces, el joven se aisló en casa hasta que se hizo una PCR. "Apenas se podía incorporar porque se ahogaba", cuenta la joven.
Llegó un momento en el que Dany apenas podía hablar y ahí, su mujer llamó al 112. Le llevaron al hospital y apreciaron que tenía la saturación de oxígeno a 70. "No sabemos ni cómo llegó con vida".
El caso es que al día siguiente lo ingresaron en la UCI. "La verdad es que todo el equipo médico se portó de maravilla, sobre todo un doctor que se llama Álvaro. Gracias a todos ellos", sostiene la mujer.
Ya en la propia UCI, el equipo médico del hospital valenciano aseguró que deberían entubarlo, pero su estado de salud mejoró y se retrasó. Pero, poco después fue el propio Dany quien pidió que lo entubaran. Sentía una sensación de asfixia que era indescriptible.
Homenaje de sus amigos y compañeros del club de moteros
Antes de llevar a cabo la sedación el matrimonio pudo conectarse mediante una videollamada. "Entonces ya me dijo que en cuanto pudiera, se vacunaría". Era demasiado tarde la reacción de Dany, tras ver que el coronavirus acechaba y su muerte podía llegar en cualquier momento.
Al final, Carol recibió la llamada que más pánico le daba atender. El 18 de septiembre, a las seis de la mañana, un miembro del hospital le dijo que debía ir a La Fe. Dany había fallecido.
En el funeral, celebrado el pasado domingo, tanto sus compañeros como sus amigos del club de moteros Gas VLC le rindieron un sentido homenaje. Y es que hicieron rugir los motores 'quemando rueda' frente al tanatorio del barrio de Campanar.