Sanidad ha publicado hoy un informe en el que desvincula la relación entre las muertes y la administración de la vacuna. Con ello ha querido demostrar que el proceso es seguro y que no existen pruebas que las relacione.
Desde que se empezó a administrar las vacunas para frenar el avance de la enfermedad pandémica, muchas han sido las voces que se han alzado en su contra. Muchos aseguran que contienen sustancias perjudiciales para la salud o mecanismos para el control mental.
La pandemia está dejando graves secuelas en todos los aspectos posibles. Uno de ellos es el sentimiento especulativo que tienen muchos y que no depositan su confianza en ninguno de los remedios que hay para evitar sufrir graves consecuencias.
Las teorías de la conspiración se han convertido un las grandes protagonistas de estos dos últimos años. Cada vez se escuchan cosas más estrambóticas y llenas de sin sentido que hace que muchos se queden boquiabiertos.
Una de las críticas más sonadas tras el inicio de la campaña de vacunación fue la inminente muerte colectiva. Lejos de convertirse en realidad, se ha demostrado que la sintomatología presentada es menos agresiva y se han conseguido salvar muchas vidas.
Esta semana para disipar cualquier posible especulación, la máxima institución sanitaria ha emitido un informe con los últimos datos recabados.
Sanidad publica la cifra real de fallecidos tras vacunarse
Ante los constantes rumores y teorías, Sanidad ha realizado el octavo estudio en relación con los procesos de vacunación. En el informe se presenta detalladamente todas las particularidades que rodean a los procesos de vacunación.
Según este, en España se han administrado más de 66 millones de dosis de las que solo 41 751 personas han sentido reacciones adversas. Esto supone que el 0,06% de los vacunados que presentaron un cuadro clínico severo. De esta última cifra fueron más de 8 000 personas las que tuvieron una reacción muy crítica.
Se entiende por efecto adverso grave o crítico el que se requiera el ingreso para mitigar la reacción. Así como que genere otras consecuencias como discapacidad significativa, una malformación o resulte mortal.
Las autoridades aseguran que vacuna no te libra de contraer la enfermedad ni de fallecer, pero que ayuda a combatir su expansión. Asimismo, han querido matiza que la vacuna no impide que una persona fallezca por otras patologías previas.
El informe ha desvinculado la relación del fallecimiento con la vacunación. "En ocasiones en estrecha asociación temporal con la administración de la vacuna, sin que ello tenga que ver con el hecho de haber sido vacunado".
Tras la explicación han expuesto las cifras reales y actualizadas de las personas que han muerto después de ser vacunadas. Del total de personas que se han vacunado antes del 5 de septiembre, más de 36 millones de personas, han fallecido un total de 300.
Esta cifra supone un 0,0008% de personas fallecieron después de inyectarse la dosis. El informe asegura que la causa principal de estos decesos han sido patologías previas y no a causa de una reacción a la inyección. Asegura que la mayoría de casos se puede explicar con los antecedentes clínicos del paciente o los tratamientos que estuviera tomando.
Finaliza el informe relatando los efectos más comunes entre quienes han sido vacunados. Destaca la fiebre, los mareos, dolores musculares e inflación de la zona de inyección. Reiteran constantemente la necesidad de someterse a esta campaña para conseguir la ansiada inmunidad de rebaño.
Con este informe han querido acabar con las especulaciones y bulos que rondan a las vacunas. Es de vital importancia que el ritmo se acelere para conseguir la inmunidad antes de que llegue el frío.