Los vecinos de La Palma están siendo testigos de la fuerza de la naturaleza. El volcán Cumbre vieja está devastando la zona y dejando un gran número de damnificados.
Se está viviendo una situación muy complicada en la parte sureña de la isla de La Palma. Hacía más de 50 años que la montaña no entraba en erupción, pero las consecuencias actuales son las más catastróficas jamás registradas.
La virulencia de las explosiones, los constantes seísmos y el carácter impredecible de la lava pone a los lugareños en constante alerta. Tras la erupción el pasado domingo día 19 de septiembre, se están viviendo momentos de terror y de angustia que trasciende la pantalla y llega a todas partes del país.
Las informaciones están envueltas en una constante confusión y la actualización del avance de la lava muestra el mismo carácter. Los expertos han asegurado que este fenómeno devastador es muy impredecible y no se puede determinar el camino que tomará.
Tras los terremotos del pasado lunes por la noche, se ha abierto una nueva boca eruptiva que ha puesto en riesgo al pueblo de Todoque. Se cree que será la última localidad afectada, pero esta información puede variar según se desarrollen los acontecimientos.
Las consecuencias de esta actividad volcánica no se limitarán a daños materiales o en las infraestructuras. Los vulcanólogos advierten que el choque de la masa caliente y el agua del mar provocará una reacción química dañina para la salud.
Han asegurado que la cantidad de gases nocivos provocarán la caída de una lluvia ácida perjudicial para la salud y las tierras. Aun así, esta posibilidad la contemplan como una de los peores escenarios que se pueden dar.
En la actualidad la preocupación es otra, ya que muchas personas se han visto obligadas a abandonar sus hogares. El peligro del magma ha hecho que las autoridades evacuen las zonas en riesgo, salvando muchas vidas.
Los vecinos de La Palma muy perjudicados tras el estallido del volcán
Desde hacia muchos días, los expertos señalaban la posibilidad de que el volcán Cumbre Vieja entrara en erupción. Las primeras estimaciones apuntaban a que el suceso tuviera lugar la semana final de septiembre.
Sin embargo, el estallido se produjo mucho antes de lo esperado pillando a muchos desprevenidos. A pesar de las constantes alertas, los vecinos próximos a la montaña no estaban preparados para la situación que están viviendo.
Además, muchos han asegurado que no creían que la catástrofe fuera a alcanzar tales magnitudes. De hecho, nadie se podía imaginar el caos y destrucción que están provocando.
Aun así, las autoridades han actuado de una manera muy eficaz y rápida. Días previos a la erupción, pusieron en marcha un dispositivo de evacuación para personas con movilidad reducida y con problemas de salud.
Tras el estallido, se desplegó otra para desalojar a los habitantes de las zonas próximas y que corrían riesgo de quedar sepultadas por el magma. Muchos lugareños se vieron abocados a abandonar sus hogares y pertenencias.
Son muchas las historias que se han escuchado y todas tiene el mismo componente. Muchas personas han perdido sus casas, sus bienes, sus tierras e incluso su manera de vivir. Las últimas informaciones apuntan a que más de 6 000 personas han tenido que ser evacuadas.
Las movilizaciones de los habitantes de las zonas afectadas están poniendo rumbo a otras localidades cercanas o se alojan en casa de algunos familiares.
La situación está dejando unas imágenes muy impactantes y los relatos de los afectados dejan conmocionados a muchos. Es una experiencia vital trágica la que están viviendo los vecinos de La Palma.
Toda la sociedad está volcada en ellos y muchas personas no dudan en lanzar mensajes de apoyo y ánimo a los afectados. Esperemos que la actividad del volcán finalice pronto y se comience con las operaciones de reconstrucción.