La extensa lista de síntomas de coronavirus continúa incrementándose. A la sintomatología propia durante el transcurso de la enfermedad hay que sumarle los efectos que quedan tras pasarla. Algunos de ellos son poco comunes.
Un síntoma nuevo derivado de la infección por coronavirus
A la fatiga, cansancio y tos persistente que pueden prolongarse tras la infección por coronavirus hay que añadirle un nuevo síntoma del que apenas se habla. Este no es otro que la costocondritis, un dolor agudo y punzante que da la sensación de presión en la zona del esternón. Habitualmente se da en la parte izquierda y está relacionado con la inflamación del cartílago que une las costillas al esternón.
Este efecto derivado de la enfermedad no aparece de repente, sino a los pocos días de dar positivo en coronavirus.
Generalmente, esta afección no supone ningún problema grave. De hecho, se considera inofensiva y suele desaparecer por sí sola en unas semanas o meses, a pesar de que siempre hay excepciones.
El Síndrome de Tietze
Según la Clínica Mayo, en algunas ocasiones este dolor punzante puede venir acompañado de una hinchazón que se conoce como Síndrome de Tietze.
La causa concreta de este síndrome es todavía desconocida, sin embargo, se ha relacionado con infecciones de las vías respiratorios o traumatismos torácicos costales. También se vincula con aumentos de presión torácica mantenidos en el tiempo o repetidos en la misma zona.
Solo existe una forma de detectar el Síndrome de Tietze, según la revista especializada Clinical and Experimental Rheumatology. Para ello se usan rayos X, una tomografía computarizada (TC), una resonancia magnética (RM) y la medicina nuclear combinada.
En ocasiones, esta patología puede confundirse con un infarto, coágulos pulmonares o estrés de tipo psicológico porque la presión en el pecho empeora al respirar profundamente o toser. Además, suele afectar más al lado izquierdo y a más de una costilla a la vez.
No obstante, ahora, también forma parte de la extensa lista de efectos provocados por el coronavirus.
¿Cuáles son las principales causas de la costocondritis?
Además del coronavirus, esta dolencia puede venir derivada de una lesión, como un golpe en el pecho. La tensión física, como levantar cosas pesadas, hacer ejercicios intensos o tener tos fuerte también pueden estar asociados a la costocondritis.
La artrosis también podría estar ligada a esta patología y también la artritis, en concreto la reumatoide o la espondiloartritis anquilosante.
Hay infecciones que también pueden desencadenar en costocondritis como las que tienen lugar en las articulaciones. Algunos virus, bacterias y hongos, como la tuberculosis, la sífilis y la aspergilosis, pueden infectar la articulación de las costillas.
Otro de los supuestos en los que puede haber costocondritis es en el caso de que existan tumores, ya sean benignos o malignos. De hecho, el cáncer puede desplazarse a la articulación desde otra parte del cuerpo, como la mama, la tiroides o los pulmones.
¿Cuál es el tratamiento a seguir?
En la actualidad, no existe ningún tratamiento específico para tratar esta inflamación aguda y punzante en la zona del esternón. No obstante, está demostrado que el calor alivia mucho la sensación de presión.
Hay profesionales que prefieren tratar esta patología de dolor en la pared torácica con antidepresivos, tranquilizantes o medicamentos antiinflamatorios.
Los ejercicios de fisioterapia también pueden ayudar a mejorar la situación del paciente afectado. Los estiramientos o la estimulación nerviosa son los más usados en estos casos.
Finalmente, si ninguna de estas opciones funciona, el médico podría sugerir inyectar un anestésico y un corticoesteroide directamente en la articulación que sufre el dolor agudo y punzante.