En los últimos días, los expertos han puesto el foco sobre los efectos secundarios de las vacunas contra el coronavirus. Aparte de la urgencia urinaria, otros síntomas como la miocarditis o la vejiga hiperactiva están relacionados con la inyección de Pfizer, AstraZeneca o Moderna.
Un estudio de la revista JAMA Cardiología apunta que la aparición de estos efectos secundarios es más habitual tras la inoculación de la segunda dosis. La miocarditis versa sobre la inflamación del corazón, lo que puede provocar la reducción del bombeo del miocardio o el surgimiento de arritmias.
Antes de continuar, hay que recordar que el programa de vacunación contra el coronavirus SARS-CoV-2 se acerca ya al año y medio en España. Desde diciembre de 2020, se han administrado más de 94 millones de vacunas, que han sido útiles para inmunizar con la pauta completa a unos 40 millones de españoles.
Las vacunas se relacionan "significativamente" a problemas con el tracto urinario
De estos millones de dosis, un 66% corresponden a Pfizer (62 millones), superando con creces al resto de vacunas, Moderna, AstraZeneca y Janssen.
El caso es que sobre todas las vacunas, salvo la de Janssen, las autoridades sanitarias han apreciado nuevos efectos secundarios. Por ejemplo, con la urgencia urinaria, la miocarditis y la vejiga hiperactiva. Así lo afirma un informe que ha sido publicado por el Instituto de Posgrado de Medicina Clínica de la Universidad Médica de Kaohsiung, en Taiwán.
Según este texto científico, las vacunas se relacionan "significativamente" a percances con el tracto urinario inferior (STUI). Un hallazgo de calado que deja muy clara la relación de la vacuna del Covid con esta parte del cuerpo humano.
Dicho estudio, que ha salido a la luz en la revista Journal of Clinical Medicine de Japón, expone cambios en la urgencia y la frecuencia urinaria de las personas.
En la investigación colaboraron hasta 889 voluntarios, que fueron vacunados con las dosis contra la Covid-19 y que no habían pasado ningún procedimiento urológico en los últimos tres meses. El 65,9% recibió AstraZeneca (586), el 29,2% (260) la de Pfizer y el 4,9% restante (89) la de Moderna.
Las conclusiones que arrojan los resultados del estudio
Los resultados del estudio pusieron de manifiesto que estos efectos "autoinformados", relacionados con la orina tras una de las vacunas contra la Covid surgieron en el 13,4% de los casos.
De estos, el 5,5% eligió la ayuda médica. "Nuestros hallazgos demostraron que después de la vacunación contra el Covid-19, hasta el 13,4 por ciento de los 889 participantes revelaron un deterioro en los STUI de almacenamiento", apuntan los autores del citado estudio.
A su vez, el síndrome de la vejiga hiperactiva previo a la vacunación quedó asociado poco después a un mayor riesgo de empeoramiento de los STUI de almacenamiento. Especialmente en lo referente a la urgencia y la frecuencia urinaria. Como citábamos con anterioridad, un estudio de la revista JAMA Cardiología deja claro que la miocarditis o la vejiga hiperactiva suele aparecer tras la segunda dosis.
Miocarditis y vejiga hiperactiva
El caso es que el primero de los efectos trata sobre la inflamación del corazón, que puede provocar un menor bombeo del miocardio o la aparición de arritmias. Esto sucede debido a un virus o la reacción a algún medicamento. Sus síntomas más notorios son el dolor de pecho, problemas para respirar, fatiga y latidos irregulares.
Por otra parte, la vejiga hiperactiva genera una necesidad imperiosa de miccionar, mucho más constante de lo normal. Y es que puede provocarla ciertas enfermedades, como la diabetes o los trastornos neurológicos, o en ocasiones algunas infecciones o tumores.