España se está erigiendo en un país propicio para acoger espías de otras potencias. El Centro Nacional de Inteligencia (CNI) ha desvelado en las últimas horas que las actividades de espionaje de países extranjeros crecieron meses antes de la guerra de Ucrania.
En 2021, el CNI detectó "un aumento" de las actividades de los servicios de inteligencia extranjeros en España. Sus índices, que marcaban una tendencia alcista en los últimos años, se dispararon el pasado año.
Según el Informe Anual de Seguridad Nacional 2021 que publica El Español, "el actual escenario internacional hace prever que se mantenga esta trayectoria al alza. Los intereses de los SI[Servicios de Inteligencia]en España están centrados en los ámbitos políticos, financiero, energético, tecnológico, aeroespacial, así como de seguridad y defensa".
El CNI advierte de varios ciberataques del Kremlin
Además, habría que sumar a las anteriores "las de los agentes itinerantes que utilizan España para ejecutar actividades que incluyen la captación y explotación de fuentes. Estos viajan a España para obtener financiación para sus Gobiernos a través de medios ilegales o fraudulentos".
Por ejemplo, los informes de inteligencia advertían de varios ciberataques lanzados del Kremlin para "socavar" la seguridad, y "contra el sector público y las empresas estratégicas".
España lleva unas semanas sufriendo ciberataques pro Putin para "influir o alterar opiniones haciendo un uso intencionado, y generalmente planificado y organizado, de información dirigida a socavar la seguridad y estabilidad de los ecosistemas que conforman la sociedad".
¿Cuáles son los objetivos de los ciberataques?
Entre los objetivos de estos ciberataques están buscar las formas de eludir las sanciones internacionales vigentes sobre sus países, sobre todo para comprar material de doble uso y la exportación de armamento.
En dicho informe se explica que estos espías se camuflan en puestos de trabajo, medios de comunicación o cargos empresariales.
Recordemos que el Gobierno expulsó a 25 diplomáticos rusos en los últimos días al tener claro que "representan una amenaza para la seguridad de nuestro país".
El CNI avisa de que el uso de los ciberataques citados anteriormente es una tendencia "en ascenso, tanto en acciones de influencia como en ciberespionaje. Estos ataques proporcionan una alta capacidad de penetración y tienen unos riesgos mínimos asociados, dada la dificultad de su detección y posterior atribución".
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"Algunos servicios efectuaron ciberataques complejos y difíciles de neutralizar"
La problemática que intranquiliza al CNI es que la línea que separa los ciberataques patrocinados por otros países de los delincuenciales o de tipo financiero, es más heterogénea.
"Se observa una evolución en el comportamiento de determinados estados que, cada vez con más frecuencia, se apoyan en estructuras y capacidades tradicionalmente asociadas a la comunidad cibercriminal como medio para cumplir sus objetivos".
El CNI ha podido observar en 2021, tanto en el Sahel como en la cuenca mediterránea y Oriente Medio, que todos amplían sus capacidades. "Algunos de estos servicios han efectuado ataques informáticos muy complejos y difíciles de neutralizar, para obtener información de Europa y concretamente de España".
En España, los Servicios de Inteligencia, oligarcas, crimen organizado, fundaciones, continúan "reforzando sus vínculos con sectores de la política, sociedad civil y sector privado para interferir en los asuntos internos y promover la desestabilización".
Así, la inteligencia española tiene el objetivo de resolver esta situación en 2022 y hacer un seguimiento y un control más férreo de la actividad de los espías extranjeros.
En 2021, descienden ligeramente los ciberataques en España
Tras un año complicado hablando del número de ciberataques, como fue el 2020 en plena pandemia, los datos de ciberataques en 2021 descendieron ligeramente, pero se mantuvieron aún en cifras muy altas.
El Centro Criptológico Nacional (CCN-CERT), la sección del CNI dedicada a luchar contra las amenazas en el ciberespacio, registró un total de 69 202 incidentes a lo largo de 2021. Es una cifra que todavía queda lejos de los 82 530 de 2020, pero que supera los 42 995 de 2019, año previo al inicio del Covid.