El relato de una testigo puede resultar crucial para encontrar el cadáver de Marta Calvo, la chica desaparecida en Valencia en noviembre de 2019. La mujer acudiría a la Comandancia de la Guardia Civil unos días después del crimen para relatar lo que había visto.
Recuerda que regresaba del hospital Lluis Alcanyis de Xátiva con su marido. Apenas un par de kilómetros después de la rotonda de salida de Manuel hacia Castelló apreció un vehículo junto al antiguo molino del pueblo. Le llamó la atención.
Se trataba de un "coche grande, oscuro, con la parte de atrás plana y que estaba parado en el carril del sentido contrario". Explicó que al carecer de arcén, ocupaba casi toda la carretera. En la parte trasera estaba el presunto asesino de Marta Calvo.
Estaba de pie y con el maletero abierto. Reparó en aquella situación porque le parecía un tanto imprudente la actitud de aquella persona, sobre todo por los vehículos que podían circular por allí.
Al verlo reaccionó de manera inmediata. "Le dije asustada a mi marido: ¿Pero ese qué hace ahí? ¿Tú has visto al chico ese?, soltó. El hombre quiso restarle trascendencia al asunto.
Eso le resultó muy llamativo a la mujer. Incluso le costó dormir esa noche, y al día siguiente volvió a comentárselo a su pareja.
En aquel momento todavía no se había hecho pública la desaparición de Marta Calvo. Tendrían que pasar 12 días para que empezaran a salir las primeras informaciones del caso. Tras entregarse el presunto autor del crimen y salir su foto en los medios fue cuando la testigo lo reconoció.
"Se lo dije a mi pareja y él me respondió que el de la foto estaba más gordo", cuenta. Y era cierto, el detenido había adelgazado unos cuantos kilos, y pese a ello, consiguió identificarlo.
Explica que no tuvo dudas de que era él "cuando vi el coche en la tele. Me dio un vuelco el corazón y me puse muy nerviosa". Al día siguiente acudiría a la Guardia Civil para contarles lo que había visto.
Decisiva para encontrar el cuerpo de Marta Calvo
Las labores de búsqueda, en aquel momento, se estaban centrando sobre todo en el vertedero. Entendía que su versión podía resultar decisiva para localizar el cuerpo de Marta Calvo.
Acudió a dar su testimonio. "Me atendieron un guardia civil más mayor y otro más joven", recoge el Levante. El de más edad le preguntó si recordaba el punto concreto en donde le había visto.
"Me pidieron ira al lugar, yo delante en mi coche, y ellos detrás. Me dijeron que cuando llegase al punto exacto diese los cuatro intermitentes y que no hacía falta que parase". Se trataba de un día muy lluvioso y no querían que se bajara del vehículo.
La declaración no se formalizó ni tuvo que firmar nada, detalla. Lo único que recuerda es que le pidieron el nombre y el teléfono. Le sorprendía que "nunca más me llamó nadie".
Entendía que si no se ponían en contacto con ella era porque no lo consideraban oportuno. Y su testimonio podía tener poco valor en la investigación. Sin embargo, esta mujer continuó yendo al sitio durante varias semanas, rastreando la zona en busca de Marta.
Pese al paso del tiempo "no me lo quitaba de la cabeza y no me lo quito. ¿Qué estaría haciendo ahí parado, de pie, con el maletero abierto?, se pregunta. Se arrepiente de no haber detenido el coche el día que lo vio.
El pasado mes de septiembre la testigo apreció que se reactivaba la investigación y contactó con la familia de Marta Calvo. Les trasladó toda la información que había comunicado a los agentes. En un primer momento lo tomaron con reservas.
La madre de la joven comunicó los hechos a la Guardia Civil. Estos admitieron que el testimonio dado en diciembre de 2019 fue descartado. Lo que supuso, sin lugar a dudas, un grave error de los investigadores.
En cualquier caso, hace unas semanas, tras tomarle declaración de nuevo optaron por rastrear la zona del pozo y del molino. Pero sin demasiado éxito.