Pablo Riesgo con mascarilla

La carta de los padres de Pablo, el sanitario español fallecido con 26 años

Montse y Luis han publicado una carta de agradecimiento que incluye un mensaje dirigido a los políticos

El fallecimiento del sanitario español Pablo Riesgo Rivero, a los 26 años de edad, ha conmocionado a todo el país.

Este técnico asturiano en cuidados auxiliares de enfermería ha vivido en su propia piel la enorme virulencia del coronavirus, a pesar de su extrema juventud.

El sanitario trabajaba en el servicio de Urgencias del Hospital de Jove de la ciudad de Gijón, donde probablemente contrajo el coronavirus el pasado mes de noviembre. Por aquel entonces, el joven llegó a sufrir una neumonía bilateral que lo mantuvo 12 días ingresado y con ventilación asistida.

El sanitario de 26 años que falleció tras haber sufrido el coronavirus

Afortunadamente, en aquel momento, Pablo Riesgo pudo superar la enfermedad y volvió a trabajar en enero, aunque con algunas secuelas que le impedían desarrollar su labor al máximo.

Él propio sanitario explicaba a mediados de diciembre su dura experiencia con esta enfermedad en una entrevista concedida a la Televisión Pública Asturiana, donde quiso hacer un llamamiento a la población más joven para concienciarla sobre la gravedad del virus.

«Lo tuve y vi que esta enfermedad, aunque seas joven, puede desarrollar síntomas graves y acabar, incluso en una UCI», aseguraba el auxiliar de enfermería.

Tres meses después de superar la enfermedad, el sanitario acabó falleciendo repentinamente ante la incredulidad de sus compañeros de trabajo, que vinculan su muerte a las consecuencias del coronavirus, aunque la cuestión todavía está por confirmarse.

Concretamente, fue a principios de febrero cuando el joven empezó a sentirse más cansado de lo habitual y fue ingresado «por insuficiencia respiratoria» en el propio hospital donde trabajaba. Su estado de salud empeoró rápidamente y tuvo que ser trasladado al Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), en Oviedo, donde perdería la vida tras estar unos días ingresado.

La muerte del joven ha dejado completamente desolados a sus compañeros de profesión, que recientemente han organizado un sentido homenaje hacia el sanitario. Pero, especialmente, ha dejado muy tocados a los padres del joven, que ahora han publicado una carta que nos pone la piel de gallina.

La carta de los padres de Pablo Riesgo que pone la piel de gallina

Montse Rivero Flórez y Luis Riesgo Fernández, padres de Pablo Riesgo Rivero, han escrito una emotiva carta en nombre propio y en el de toda la familia del joven para agradecer el apoyo recibido por parte de los profesionales sanitarios que trabajaron con su hijo.

«Nuestro agradecimiento al hospital de Jove en que nuestro hijo trabajaba, a las mujeres y los hombres que componen su plantilla por su apoyo, su afecto, la ternura y el dolor expresado por la muerte de Pablo. En nuestro corazón ocupan y ocuparán ya para siempre un espacio», han señalado los padres en la carta publicada en 'El Comercio'.

El agradecimiento de los padres del sanitario fallecido se ha extendido a los trabajadores del Hospital Begoña en el que anteriormente había trabajado Pablo y, en general, a todo el personal sanitario que trabaja día a día para salvar vidas.

«Nuestro agradecimiento, en fin, para todo el personal sanitario, esas personas anónimas que día a día luchan sin descanso para salvaguardar nuestra salud y que en estos momentos, como consecuencia de la pandemia, sufren una enorme presión física y emocional, pero se sobreponen a ella y siguen manteniendo su ánimo, sabedoras de que ello es indispensable para salvar vidas», aseguran los padres recordando el caso de su joven hijo.

Tras los agradecimientos, Montse y Luis han recordado a su hijo como «un joven amante de la vida» que disfrutaba en compañía de su familia, sus amigos, su novia.

«Le gustaban las fiestas de prau, los encuentros con sus colegas en torno a unas cervezas, en fin todas esas gratificantes actividades colectivas. Pero era también, como muchos otros jóvenes, responsable. Entendía que todas las personas, jóvenes y mayores, teníamos que jugar un papel activo para contener la expansión del coronavirus», asegura la familia del joven. 

Sin embargo, ni su responsabilidad ante la pandemia ni su gran labor como sanitario y consejero de los más jóvenes, le han podido salvar la vida.

«La muerte de nuestro hijo Pablo de veintiséis años nos ha dado un involuntario protagonismo. Teníamos una vida no exenta de dificultades pero feliz y de repente nuestro mundo se ha derrumbado», señalaban la familia en punto de la carta.

El mensaje de los padres de Pablo Riesgo a la clase política

Más allá de expresar sus sentimientos más profundos y dolorosos, los padres del joven sanitario han querido enviar un mensaje a la clase política de nuestro país, contra la que arremeten por la incapacidad de llegar a acuerdos en plena pandemia.

«El sentido de pertenencia a una comunidad se manifiesta por la capacidad que tienen quienes la configuramos para afrontar colectivamente las situaciones de crisis. Se necesita un acuerdo cuya base no puede ser otra que la defensa del bien común y, qué duda cabe de que la salud, la lucha contra esta pandemia forma parte del bien común», señalan los padres.

El debate político generado y la falta de acuerdo entre diversas instituciones han tenido, según los padres de Pablo, una repercusión muy grande en nuestra sociedad, que está ahora más dividida que nunca.

«Como consecuencia de ello la pandemia además de muerte, enfermedad y ruina económica está dejando un país dividido en el que los necesarios lazos solidarios frente al gran reto que estamos viviendo se sustituyen por el enfrentamiento, la división, los malos modales y la bronca», recoge la carta.

Ante esta situación, los padres del sanitario fallecido solo tienen una esperanza: que la muerte de su hijo sirva para evitar otros fallecimientos en el futuro.

«Por favor miren a la calle, escuchen a los ciudadanos, aprendan de las prácticas solidarias que desde la sociedad se desarrollan y pónganse a trabajar por el bien común», le pide la familia del joven a los políticos.