Haber cotizado durante años para poder cobrar una pensión no es suficiente para recibir la prestación. Una modificación no notificada en tiempo y forma al Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) puede dejar a un jubilado sin nada. Pero no solo eso, también puede conllevar una grave sanción.
La importancia de cumplir todos los requisitos
Cuando un trabajador es candidato para percibir una pensión desde la Seguridad Social al jubilarse, se exponen los criterios que debe cumplir.
Si los cumple podrá cobrar la cuantía asignada con sus dos pagas extraordinarias correspondientes sin ningún problema.
No obstante, un cambio en la cuenta bancaria en la que se ingresa la pensión puede suponer un problema si no se notifica correctamente. No es el único. Hay otros requisitos indispensables que deben estar adecuadamente realizados para no poner en riesgo el recibo de la pensión correspondiente.
El INSS es muy estricto cuando se trata de retribuir la labor realizada durante tantos años por un ciudadano. Y es que no debe haber ningún cabo suelto a la hora de pagar a los pensionistas.
Cada caso se estudia minuciosamente por el INSS para evitar fallos
En el momento en el que se solicita la pensión de jubilación en el INSS, se demandan también una serie de datos personales y financieros al solicitante. Este debe proporcionarlos obligatoriamente, ya que se consideran de extrema importancia.
Algunos de estos dan forma a la cuantía final que percibirá el ciudadano tras estudiar minuciosamente su caso. No se asignan dos pensiones de la misma forma a pesar de que el total sea el mismo a ingresar cada mes.
Domicilio personal, residencia fiscal, cuenta bancaria o el estado civil son algunos de los detalles fundamentales que se exigen en la solicitud de la pensión.
Por ello, la Seguridad Social alerta de la importancia de notificar cualquier cambio en alguno de estos aspectos. No realizar de la forma correcta estas modificaciones puede acabar en una sanción o incluso en la pérdida total de la cuantía de la pensión. A pesar de ello, el ciudadano podría recuperarla si en esta ocasión presenta los requisitos en tiempo y forma.
Para evitar problemas, desde el Instituto Nacional de la Seguridad Social advierten de la importancia de notificar de manera adecuada todos los cambios. Es vital comunicar las modificaciones relacionadas con la situación personal y financiera del beneficiado con una pensión pública.
El cambio de dirección del domicilio por mudanza, por ejemplo, o la modificación de residencia fiscal son asuntos que deben comunicarse adecuadamente a la mayor brevedad posible.
También es importante no olvidarse de los cambios en las cuentas bancarias en las que se ingresa mensualmente la cuantía de la pensión. Y es que de no comunicarse el ciudadano podría recibir una sanción o perder el importe total de la retribución.
A todo ello hay que sumarle la importancia de comunicar si el jubilado reiniciara la actividad laboral, así como cambios en su estado civil inicial o posteriores nacimientos.
El ciudadano debe cumplir los plazos establecidos para seguir percibiendo la pensión
Todas estas modificaciones tienen un plazo y es importante no sobrepasarlo. Desde la Seguridad Social señalan que los cambios deben realizarse dentro de los primeros 30 días desde que se materializa la modificación. Y es que tienen que añadirlos a sus bases de datos para hacer las correcciones oportunas por si fueran de vital importancia.
En caso de no cumplir con este periodo de tiempo, la pensión quedaría suspendida cautelarmente. A pesar de ello, podría recuperarse si se aporta la documentación exigida o si se comparece ante la Seguridad Social antes de 90 días.
Además, dependiendo de la notificación de la que no se hayan dado detalles, el pensionista incluso podría ser sancionado gravemente por la autoridad pública.