Dos niñas de Cáceres se han negado a poner la mascarilla en clase. No lo hicieron ni el viernes ni tampoco este lunes. Esto ha generado mucho malestar entre los padres de los alumnos de las clases afectadas.
En vista de esto, la Consejería de Educación de Extremadura ha tenido que tomar una decisión. Las dos menores, que son hermanas, seguirán recibiendo la atención educativa "sin comprometer la seguridad de sus compañeros".
Por eso tienen previsto habilitar un aula aparte para que estén sin mascarilla y puedan continuar con sus clases con normalidad. La postura negacionista de las niñas y de sus padres afectaba a un grupo de quinto de primaria y a otro de tercero.
En los dos primeros días de curso permanecieron sin el cubrebocas tanto en el interior del recinto como en el patio. Esto provocó que la dirección del centro procediera a comunicárselo a Inspección de Educación.
A la espera de tomar una decisión con ellas, optaron por sentarlas cerca de las ventanas. Siempre lo más separadas posibles del resto de estudiantes. En dicho colegio hay casi 450 alumnos.
La postura negacionista de las dos hermanas provocó un enorme revuelo entre los padres de los niños. La Policía Nacional tuvo que hacer acto de presencia durante las dos primeras jornadas lectivas, tanto en el interior como en exteriores.
Los progenitores de las menores ya le habían trasladado a la dirección del centro sus planes. Aseguraban que no iban a ponerse la mascarilla por ser negacionistas, dejando claro que no había un motivo de salud detrás de ello.
Esos mismos padres acudieron a las puertas del colegio para llevar y recoger a las alumnas, mezclándose con el resto de tutores. Estos últimos reclamaron ante la Junta de Extremadura una medida urgente.
Sin mascarilla se corría mucho riesgo
El conflicto adquirió cada vez más relevancia, y advirtieron que sus hijos no iban a compartir aula con las menores negacionistas. Al estar sin mascarilla entendían que el resto de personas que había en el recinto corrían un serio riesgo de contagio.
Las familias aseguraron que en ningún momento se hubiesen opuesto a que no llevasen la mascarilla si tratara de un problema de salud. Pero no fue este caso.
La solución que planteó el Gobierno regional a la dirección del CEIP Alba Plata de Cáceres fue habilitar una clase alternativa. En ella podrán estar sin la protección y no tendrán a otros compañeros cerca.
Las autoridades explican que la mascarilla continúa siendo obligatoria por ley en todos los espacios cerrados desde los 6 años. Y esto afecta también a los espacios educativos.
Pese al negacionismo de estas jóvenes, la Junta de Extremadura entiende que prevalece el derecho a la educación, como recoge la Constitución. Los servicios jurídicos de la Consejería optaron por la posición de que las dos hermanas siguieran recibiendo clases, pero en solitario.
Además de la utilización del cubrebocas, recuerdan que otras medidas a seguir para prevenir el coronavirus. Entre ellas, mantener la distancia interpersonal, la ventilación y el lavado regular de las manos.
En el caso de no se respete esta primera medida, recuerdan que hay que poner más empeño en maximizar el resto de soluciones. La administración regional trató de tomar una medida con urgencia y que contentara a todas las partes implicadas.
De no haber sido así, la asociación de padres tenía previsto realizar movilizaciones. E incluso manejaron la posibilidad de no llevar a los niños al centro. Inspección Educativa ha comunicado el caso a la Dirección General de Salud Pública.
Con esta medida adoptada tendrán que habilitar dos nuevas aulas, y también requerirán de más personal docente.