Nuevo giro en el caso de Esther López. La Guardia Civil remitió al juzgado de Valladolid que instruye su fallecimiento nuevos detalles que añaden más interrogantes a la investigación. Así lo recoge este viernes El Norte de Castilla.
Todo está vinculado con los análisis de las ubicaciones de las cuentas de Google asociadas a sus teléfonos móviles. El Grupo de Intervención Tecnológica del Departamento contra el Cibercrimen analizó los dispositivos tanto de la chica como del principal investigado por su muerte.
La gran novedad es que el teléfono que usaba Esther estuvo la mañana del 13 de enero a las 8:49 en Valladolid. Los técnicos lo situaron en concreto en el número 65 de la calle Estación. La señal indica que el aparato permaneció en aquella zona por espacio de nueve minutos.
Ahora, la duda que tienen que resolver los investigadores es si la víctima estuvo allí o alguien portaba su móvil. Se produce, así, un giro importante en el caso de Traspinedo.
De momento, los informes médicos desvelan que la joven pudo ser atropellada por un vehículo y fallecer el mismo día que desaparece. Esto sería la noche del 12 de enero. En cualquier caso, su cadáver no fue encontrado hasta el 5 de febrero a la entrada del pueblo.
La Guardia Civil no descarta que el percance tuviera lugar en otro sitio y alguien hubiera ocultado su cuerpo en otro lugar todo ese tiempo. Finalmente la habrían colocado en una cuneta con su móvil y sus pertenencias junto a ella.
La posición en la que fue encontrada, con las extremidades pegadas al cuerpo, evidenciaba que alguien la había movido. No es la postura natural que adopta una persona arrollada por un coche.
La noche que se le pierde la pista, Esther López estuvo en un bar de Traspinedo viendo el partido con unos amigos. Más tarde acudiría a otro establecimiento, donde se encontraría con los principales investigados, Óscar y Carolo. Cuando cierran todos los locales se dirigieron a la zona de Las Bodegas.
Así lo confirman las señales del móvil, como recoge el informe remitido a la juez del caso. También sitúan su teléfono en las inmediaciones del restaurante La Maña a las 3:16. Allí, presuntamente habían dejado a Carolo, para a continuación seguir la marcha ella y Óscar.
Después de recorrer unos kilómetros, la chica se bajaría del vehículo, según la versión facilitada por el sospechoso. Explicó que la fallecida tenía intención de seguir de fiesta esa noche y que optó por bajarse en mitad de la carretera. Estaba prácticamente a oscuras y con temperaturas bajo cero.
En cualquier caso, según Óscar, todo esto sucedió antes de las 3:00. Por lo tanto, no coincidirían con las señales del dispositivo móvil.
El teléfono de Esther López puede esconder la solución
Para aclarar la muerte de Esther López, los investigadores han centrado sus esfuerzos en el teléfono de la chica. Desde que en teoría se apea del coche de su amigo hasta las 8:49, aparece en distintas coordenadas. Sin embargo, los técnicos de la UCO desvelan que "no hay datos de localizaciones fiables".
El móvil del principal sospechoso también esconde muchas incógnitas. Detectan una falta de información asociada a la vinculación. Hay un salto de fechas desde las 11:55 de ese día que recoge el iPhone hasta el 26 de marzo que marca un BQ Aquaris.
Consideran que puede ser motivado por la desactivación temporal en la cuenta de control de actividades. Creen que existe una "eliminación intencionada de la información" o que pudo deberse al cambio de dispositivos vinculados a otra cuenta.
Se añaden más interrogantes al caso de Esther López. Después de cinco meses, su familia sigue sin tener respuestas que aclaren lo que pudo ocurrirle a la joven.