Fotos de Francisco Cameán y Ángel Boo

Francisco y Ángel, dos españoles de 27 y 36 años muertos juntos por una desgracia

Han muerto por inhalación de amoníaco a bordo del atunero vigués Albacora Cuatro

Francisco Cameán Santos (27 años) y Ángel Boo Vidal (36 años) son los dos marineros fallecidos a bordo de un pesquero en las Seychelles. Las suyas son vidas marcadas por la desgracia y el espíritu de superación. Dos vidas quebradas prematuramente en una nueva tragedia en alta mar.

Francisco Cameán y Ángel Boo murieron por inhalación de amoníaco a bordo del atunero vigués Albacora Cuatro. El barco estaba atracado en Puerto Vitoria, capital de las islas Seychelles. Inicialmente se pensó que había habido una explosión, pero se ha descubierto que fue por una fuga.

Los dos fallecidos eran el jefe de máquinas y el segundo oficial, y estaban trabajando en la reparación del circuito de refrigeración del pescado. Se produjo un escape de gas en el cambio de una junta. La fuga movilizó a media docena de ambulancias con un balance de dos fallecidos y ocho heridos.

Ángel, una vida marcada por la tragedia

Ángel Boo Vidal, vecino de Palmeira de 36 años, había vivido una existencia marcada por la tragedia. Cuando era pequeño tuvo que sufrir la muerte de su padre, y unos años después vio como también moría su madre. Quedó solo con sus dos hermanos y se fue a vivir a A Pobra para empezar de cero.

Cursó sus estudios de náutica mientras trabajaba en una conservera de Ribeira, donde conoció al gran pilar de su vida, su mujer. Junto a esta vecina de Boiro que fue el amor de su vida tuvieron una niña de 5 años y otra de 8. Se mudaron a Escarabote, donde él entró a trabajar en el Albacora Cuatro. 

Montaje con foto del fallecido
Ángel Boo ha muerto a bordo del atunero vigués | La Noticia Digital

Los que le conocían destacan su carácter familiar, ya que lo que más le gustaba era estar en casa y con sus amigos. La desgracia también se cruzó en su camino cuando perdió a dos amigos suyos en sendos accidentes de tráfico. Ángel era aficionado a bucear y a salir de ruta en bicicleta.

“Mi compañero de faenas, tantas horas y días compartidos, no me acaba de entrar en la cabeza la noticia que me dieron”. Es el mensaje de despedida de Santiago Suárez, uno de sus mejores amigos. “Solo deseo volver a verte algún día, aunque sea en otro mundo”, ha dejado escrito en redes sociales.

Francisco cuidaba de su padre

Junto a Ángel murió Francisco Cameán Santos, un joven de 27 años residente en el núcleo de Xuño, en Porto do Son. Vivía cerca de la casa familiar porque su padre estaba afectado de un ictus y cuidaba mucho de él. El chico llevaba cuatro meses en el mar y tenía planeado volver la semana que viene.

Francisco era un chico muy trabajador y hogareño, que se había ido a vivir junto a su pareja después de muchos años de noviazgo. Era natural de Ribeira, el pueblo de su madre, pero pronto la familia se mudó a Xuño. Precisamente en el pueblo ribeirense conoció a su pareja, que trabaja en A Pobra.

Montaje con foto del fallecido
Francisco, una de las dos víctimas del Albacora Cuatro | La Noticia Digital

Cursó un ciclo de Frío y luego se trasladó a Vigo para sacarse el título de maquinista. Hace cinco años entró a trabajar en el Albacora Cuatro, donde coincidió con Ángel Boo sin saber el funesto destino que les esperaba. Francisco era un apasionado de las motos y solía salir al monte con ella.

Su muerte ha causado una gran consternación en el entorno, especialmente en su hermano que está estudiando Filología en Santiago. Francisco compartía su tiempo libre con su pareja, su familia y los amigos. También era un amante de los perros, y tenía uno en su casa y dos en la de sus padres.

El accidente a bordo del buque vigués

El fatal accidente ocurrió en el Albacora Cuatro, barco de la Compañía Europea de Túnidos, una empresa viguesa. Además de los dos fallecidos hubo ocho heridos que evolucionan favorablemente. La mayoría ya han recibido el alta mientras que uno sigue ingresado por insuficiencia respiratoria. 

El buque estaba amarrado en el puerto con los 31 miembros de la tripulación a bordo. Los fallecidos estaban en la cubierta inferior del barco. El capitán fue el que dio la voz de alarma a los servicios de emergencia por la fuga de amoníaco que se cobró la vida de dos jóvenes marineros.

La Organización de Productores Asociados de Grandes Atuneros Congeladores (OPAGAC) ha lamentado la muerte de los marineros. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, sigue de cerca las informaciones sobre el accidente. También ha expresado públicamente su cariño y apoyo a las familias.