Concha Spínola no pudo superar la muerte de su marido, Miguel Báez 'Litri'. Un infarto acabó con su vida, cuando apenas un par de semanas antes había enterrado al que había sido su gran amor. Su familia todavía se encuentra en estado de shock por lo rápido que ha ocurrido todo.
Fueron 55 años juntos, y el corazón de Concha no lo pudo resistir. Sin embargo, ha habido algo que ha llamado mucho la atención. Y es que sus restos mortales no descansarán en el mismo lugar.
El 'Litri' permanece en el cementerio de la Soledad de Huelva. Por su parte, la intención de la familia es que las cenizas de la mujer se depositen en Azuaga, en Badajoz. Este miércoles llegarán hasta el cementerio municipal de la localidad, donde descansa ya su padre muerto en 1980.
Sus hijos y el resto de seres queridos se desplazarán desde Madrid hasta tierras extremeñas para despedirse de ella. Será un acto íntimo y muy familiar, como ya ocurriera con el velatorio que tuvo lugar el pasado lunes en el tanatorio de San Isidro.
Se celebró a puerta cerrada y hasta allí acudieron un buen puñado de amigos del matrimonio. Nadie entendía lo ocurrido, sobre todo porque la esposa del 'Litri' no presentaba ningún problema de salud.
Está previsto oficiar una misa en Madrid antes de que sean trasladados a Badajoz los restos mortales de Concha. En su tierra natal se realizará una misa funeral en la iglesia de Nuestra Señora de la Consolación.
En un primer momento, se contempló la posibilidad de que la fallecida fuera enterrada en Valladolid. Allí descansan los restos de su madre. La otra opción que había sobre la mesa era Huelva, que fue el sitio escogido para despedir al 'Litri'.
Finalmente, la familia se decantó por la tierra que la vio nacer. Posiblemente se tratara de una petición expresa de la mujer.
Personas cercanas a ella desvelaron a Vanitatis cómo habían sido las horas previas a su fallecimiento. Había estado con su hermana Mayte y su hija Rocío en la casa de unos amigos. Contó que tenía algún tipo de dolor muscular, aunque trató de restarle trascendencia.
Lo responsabilizaba a la enorme tensión que había sufrido en los últimos tiempos a raíz de la pérdida de su esposo. A última hora se marchó para su casa de la calle Alcalá y se acostó. El infarto tuvo lugar mientras dormía.
La muerte de su gran amor supuso para ella un duro revés del que no pudo reponerse. Fueron más de cinco décadas juntos, sin separarse el uno del otro.
Concha no asimiló el fallecimiento del 'Litri'
Unos días después de perder al 'Litri', algunos amigos desvelaban el duro momento al que se enfrentaba Concha Spínola. Había estado prácticamente "toda la vida juntos, desde que se conocieron a los 15 años".
Pensaban que sería capaz de remontar la situación. Explicaban que "tiene una familia fantástica, que no la deja sola y unos hijos que están pendientes".
Se despedía del diestro el pasado 18 de mayo tras luchar contra una larga enfermedad que le mantuvo apartado de la vida pública un tiempo. Él contaba con 91 años.
El infortunio quiso que la muerte de los dos llegara solo unos días después de la boda de su hijo. Tuvo lugar en mayo en Sevilla.
Tanto Concha como Miguel Báez eran conocidos por llevar una vida muy discreta. Vivían el uno para el otro y tuvieron tres hijos en común. Él se retiró de los toros en 1967 para contraer matrimonio con ella, con la que había una diferencia de edad de 20 años.