Montaje con las caras de Andrea Janeiro y Belén Esteban

La tía de Andrea Janeiro cambia por completo y ya no se parece a ella

La hija de Belén Esteban le ha robado el protagonismo a la familia Janeiro

Andrea Janeiro es una de las jóvenes más perseguidas por la prensa, pero se ha esforzado por mantener su intimidad al margen del interés público. Todo el mundo pensaba que iba a estrenar su mayoría de edad en un plató de televisión, pues su madre le había convertido en el centro de todas las miradas.  

Ha decidido dedicarse al mundo de la comunicación, aunque lo hará detrás de las cámaras. Está estudiando en una universidad británica y no tiene interés de protagonizar ningún escándalo.  

Su hermana Julia ha tomado un camino bastante diferente y ya ha empezado a coquetear con ciertos medios. Todavía no ha concedido ninguna entrevista, aunque colabora con algunas marcas en su cuenta de Instagram.  

Los Janeiro tenían mucho poder durante la década de los 90: participaban en programas, vendían exclusivas y salían en las revistas. Sin embargo, la nueva generación ha eclipsado a sus antecesores y muy poca gente se acuerda de algunos miembros del clan.  

Es el caso de Beatriz Trapote, cuñada de Campanario. Saltó a la fama gracias a su relación con Víctor y siempre ha estado en el punto de mira por culpa de Belén Esteban.  

La princesa del pueblo ha vertido acusaciones muy graves sobre ella, incluso ha cuestionado sus verdaderos sentimientos por el torero. Recordemos que la nuera de Carmen Bazán era reportera de Telecinco, pero abandonó su profesión para centrarse en su vida sentimental.  

Era uno de los rostros más atractivos de la cadena, aunque su cuerpo cambió mucho después de su tercer embarazó. Ha demostrado que la dieta sana y el deporte son sus mejores compañeros, así que ha recuperado la figura que enamoró a la audiencia.  

En su día tuvo bastante relevancia en televisión, de hecho se convirtió en protagonista de una edición especial de Mujeres y Hombres y Viceversa. Fue nombrada, junto a su marido, consejera del amor de personas de avanzada edad.  

El programa no cumplió con las expectativas, por lo que la periodista se quedó sin trabajo. El matrimonio pensó que lo mejor era apartarse de los focos, motivo por lo que llevan mucho tiempo sin ser noticia.  

La relación entre tía y sobrina jamás ha sido buena 

Beatriz Trapote fue bastante criticada por los colaboradores de Sálvame. Consideraban que se estaba aprovechando de los Janeiro para hacerse conocida y le acusaron de tratar mal a la hija de Belén Esteban.  

Lo cierto es que nunca han tenido relación, pues la joven únicamente tenía contacto con su tía Carmen. La hermana del torero siente devoción por su sobrina y siempre que ha tenido oportunidad ha hablado muy bien de ella.  

El entorno de Andrea coincide en que es una persona educada, responsable y sensata. Cuando cumplió la mayoría de edad envió un comunicado donde solicitaba que la prensa respetase su anonimato.  

Cualquiera de sus pasos se convierte en noticia, pues ha crecido en la prensa rosa, pero todo el mundo le trata con mucho respeto. Por ese motivo, cuando se rumoreó que la mujer de Víctor no cumplía esta norma, el público no tardó en manifestar su descontento.  

La periodista lleva mucho tiempo retirada, aunque su personaje sigue generando curiosidad entre los espectadores. Sus redes sociales son un espejo reflejo perfecto de esta situación.  

Miles de seguidores se interesan por conocer las publicaciones de Beatriz. En la última imagen que ha compartido demuestra que no hay nada imposible.  

Uno de sus fans le ha escrito un mensaje que demuestra que todavía hay gente dispuesta a todo por hacerla sonreír. “¡Cualquiera diría que has tenido tres hijos!”, le comenta un usuario de Instagram  

Hace unos meses concedió una entrevista donde aseguraba estar pasando por una de las mejores etapas de su vida. Su relación con el torero funciona mejor que nunca después de haber traído a Brenda, la última niña.  

“Con Víctor es muy difícil discutir. Es muy buena persona, pacífico y paciente”, declaró mucho orgullo. ¿Recuperará el matrimonio el protagonismo que han perdido?