Alba Carrillo y su madre Lucía Pariente fueron las últimas protagonistas de La última cena. No consiguieron superar con éxito la prueba, ya que la anguila que debían cocinar estaba cruda y los profiteroles no estaban a la altura. Sin embargo, toda la atención recayó sobre otra persona.
Su padre, Carlos Carrillo, intervino por primera vez de manera telefónica para felicitarlas por su participación. Se trata de una persona totalmente alejada del foco mediático que ha huido siempre de las cámaras.
Las dos concursantes no se lo podían creer. "Las he visto muy bien, la verdad", aseguraba. La modelo le respondió en tono de broma: "¡Qué mentiroso!" En realidad sabía que había sido un desastre.
De ahí que luego soltase la siguiente frase. "Espero que compenséis a los profesionales de la cocina de alguna forma en algún momento de vuestra vida", dijo en broma.
El marido de Lucía también tuvo tiempo para responder algunas preguntas sobre su vida privada. Se le interrogó si volvería a casarse de nuevo, a lo que contesto: "Me lo pensaría mucho".
Se ha hablado mucho de la relación entre ambos. Aunque vivan bajo el mismo techo, algunos aseguraban que llevaban una vida totalmente independiente, por separado.
Carlos Carrillo quiso aclarar por teléfono que "nos queremos a nuestra manera". Se despidió diciéndole a Alba: "Me estoy partiendo de la risa ¡Me he cambiado dos veces de pañal!
Un padre que no quiso saber nada de Alba
Alba Carrillo lleva ya unos cuantos años en la televisión. Ha sido colaboradora en Sálvame, participante en Supervivientes y pareja de algunos famosos como Fonsi Nieto o Feliciano López.
Durante la emisión del reality, en 2017, edición en la que compartió isla con su madre, tuvo que soportar muchos enfrentamientos con sus compañeros. Pero también tuvo que aguantar a Lucia Pariente, que realizó comentarios desafortunados hacia Carlos.
Reconoció que nunca había estado enamorada de su marido, algo que no agradó a la modelo. Eso provocó que se desencadenara una bronca entre ellas. Incluso aseguró que se arrepentía de haber ido al concurso con su madre.
"Llevamos aquí tres días y para mí ya está siendo una losa", advertía. Denunció que le parecía "injusto que yo tenga menos oportunidades que mis compañeros porque mi madre me está taladrando psicológicamente". Echaba en falta la libertad que tenían el resto de participantes.
Después de los comentarios vertidos en la isla por su esposa, Carlos Carillo tuvo que salir al paso. El padre de Alba Carrillo se sintió humillado, pero sobre todo molesto. Quería evitar por todos los medios convertirse en un "personaje público".
"No he salido ni he hecho ninguna declaración", aseguraba a los periodistas que se agolpaban delante de su casa. No quiso en su día pronunciarse sobre el concurso de su hija ni de Lucía. "Solo veo series y documentales de animales", señaló.
De esa manera renegó de Alba, a la que no quiso defender pese a tener una buena oportunidad para hacerlo. Optó por guardar silencio y evitar así posibles críticas.
El único mensaje que les quiso mandar en aquel momento fue un "que se lo pasen muy bien". Todo eso mientras trataba de esquivar a los reporteros gráficos que le seguían.
En alguna entrevista en el Deluxe, la madre de Alba Carrillo ya había advertido que Carlos "prefiere estar al margen. Además, en mi casa, la fuerte soy yo". Reconoce que tanto él como su hija "son mucho más sentidos" y no llevan bien los comentarios negativos.
Carrillo es consciente de que las realmente populares son las mujeres de su casa, de ahí que sus apariciones públicas sean contadas.