Rocío Jurado y Pedro Carrasco están de actualidad. Y es que Jesús Mariñas ha hablado largo y tendido sobre el exmatrimonio. Ahora que la chipionera está en boca de todos por el homenaje que le prepara su hija, La Razón ha publicado un adelanto de las memorias del periodista.
En sus memorias periodísticas, Mariñas habla sin tapujos del motivo de la separación de Rocío Jurado y el fallecido boxeador.
Jesús por Mariñas, memorias desde el corazón, así se titula el libro en el que ofrece un amplio repaso a 60 años de carrera. El periodista destapa varios detalles de la vida de Rocío Jurado que nadie conocía hasta ahora.
"Visitaba a menudo a Rocío Jurado. En la casa de La Moraleja nos sentábamos en unas clásicas sillas de mimbre blanco. Me recibía peinada y con un juego de brazos teatral y espléndido", comienza.
"Tras unos minutos, la estrella se deshacía en madre, lo que interesaba a Rocío Jurado no era que la asumiera como artista, que ya lo sentía. Quería intervenir por su hija, igual que si rezara al Jesús del Gran Poder, de cuerpo presente. (...) Fue mi hermana y es uno de esos personajes que enhebra los años setenta con el siglo XXI y que sigue viva después de muerta", cuenta.
El motivo de la separación de Rocío Jurado y Pedro Carrasco
Jesús Mariñas conocía muy bien a 'la más grande'. Y es que el veterano periodista admitía que "Rocío era un personaje aparentemente encantador con muchas aristas, perdida en sus contradicciones no asumidas, quizá por su propia sexualidad".
"Las estimulaba, las alimentaba y las creaba, posiblemente porque no le interesaba dar a conocer cuál era su verdadero yo. Daba una imagen de mujer imponente, cuando realmente era tímida e insegura. Estábamos ante una figura con luces y sombras, sobre todo por las relaciones íntimas", confiesa.
No niega Mariñas que Rocío y Pedro Carrasco "no se enamorasen, pero también les interesó social y profesionalmente estar juntos. No recuerdo todos los nombres que se le atribuían a Pedro, de manera tal vez ficticia y hay episodios que conocí y los archivé. Se llegó a hablar entre los periodistas de un triángulo amoroso masculino", expone.
Pero el comunicador desvela que "Rocío Jurado y Pedro se separaron porque lo que no puede ser es imposible y lo que es imposible no puede ser. No lo precipitó ninguna infidelidad, la convivencia se les hizo insoportable. Y el amor de la vida de Rocío fue Pedro, a pesar de todo", cuenta en sus memorias.
"La conocí después de criticarla en varias ocasiones por sus desfases al actuar"
Además, sobre esos escritos de Mariñas, este confiesa lo mucho que hablaba con la chipionera. "Rocío Jurado y yo encontrábamos cualquier pretexto para telefonearnos tres o cuatro veces al día. Como a tantos otros, la conocí después de criticarla en varias ocasiones por sus desfases y exageraciones al actuar, que no al cantar", recalca.
Y es que para el periodista ella "se consideraba pluscuamperfecta, le molestaban mucho las objeciones. Y hacía bien, porque ella defendía lo suyo y yo lo mío. Pero nunca acabé de entender esa molestia si hacía algún comentario que me parecía razonable", confiesa.
"Fui de Barcelona a Madrid para asistir a su boda con Pedro Carrasco y también estuve en la de Chipiona, Shipiona, como ella decía. Su muerte fue una tragedia y lo que siguió, todo un drama", termina parte de su relato mítico excolaborador de Tómbola.