Olga Moreno llevaba semanas preocupada por su familia. Sin haber recibido todavía la visita de ningún miembro, por fin su hermana Rosa acudió a Honduras. Fue un reencuentro lleno de emoción que ayudó a la concursante a recargar las pilas.
Ambas hermanas se fundieron en un abrazo regado en lágrimas y aprovecharon el poco tiempo que tuvieron para estar juntas. Aunque la malagueña intentó sonsacarle información, Rosa se mantuvo firme y tan solo se limitó a afirmar que todos estaban bien.
"Él está bien dentro de todo lo que cabe, ya sabes", le comentó. "Ni te voy a mentir ni a decir nada, está bien y con todo lo que tenía encima", añadió. La superviviente quedó satisfecha con sus palabras y, por fin, se mostró más relajada.
Tanto es así, que la mujer de Antonio David Flores comenzó a hacer planes pensando en su vuelta. Unos planes destinados a disfrutar del verano donde la hija de Rocío Carrasco no puede faltar.
Olga planea un verano en familia
Quedan pocas semanas para que Supervivientes 2021 llegue a su final. Después de que los compromisos televisivos terminen y el reality despida su temporada, los concursantes volverán a su vida normal.
Sin embargo, puede que para la madrastra de Rocío Flores esa calma tarde en llegar. Teniendo en cuenta la repercusión del documental de la hija de la Más grande, la prensa buscará sus primeras reacciones.
Por el momento, la malagueña tiene claro que su deseo es recuperar el tiempo perdido y, para ello, ya tiene pensado cómo disfrutará del verano. Después de casi tres meses apartada de la familia, lo único que quiere es estar junto a ellos.
En este sentido, mientras compartía confidencias con su hermana, Olga desveló sus planes familiares. "¿Me ama? ¿Me echa de menos?", le preguntaba a Rosita hablando sobre el excolaborador de Sálvame. "Dile que coja la casa, la que sea, pero en el Palmar", le pidió a Rosita.
Parece ser que este verano la familia Flores-Moreno alquilará una casa donde poder estar juntos y a orillas de la playa. "Qué ganas de estar todos juntos y todo el día pegada a mi marido y a mi Lola", reflexionaba.
Como no podía ser de otra manera, la mujer de Antonio David incluyó en esos planes a la hija de este. Aunque Rocío Flores ya no vive con ellos y hace su vida junto a su novio, Manuel Bedmar, Olga quiere pasar las vacaciones con ella. "Dile a Rocío que no falte", le decía a su hermana.
Rumbo a Cádiz
La diseñadora y el exguardia civil tienen claro que, tras Supervivientes, lo que más necesitarán será desconectar. Recuperar estos tres meses de distancia y ponerse al día de todo lo que ha removido Rocío: Contar la verdad para seguir viva.
Para el matrimonio, el lugar idóneo para ello se encuentra en Cádiz. Allí es donde le ha pedido su mujer que empiece a buscar una casa para alquilar donde pasar las vacaciones.
La superviviente tiene claro cómo desea disfrutar del verano, y en sus planes no pueden faltar los nietos de Rocío Jurado. Sin embargo, antes de desconectar absolutamente de todo, deberá de enfrentarse a la realidad que le espera en España.
Una realidad que le golpeará de lleno cuando sea consciente de lo que ha salido a la luz sobre el padre de su hija Lola. Además, conocerá de qué manera Rocío Carrasco la implicó en su infierno personal y los problemas judiciales que se le vienen encima.
Recordemos que existe una investigación abierta para esclarecer si la mujer del excolaborador puede haber sido cómplice de un delito de alzamiento de bienes. Lo que está claro es que Olga Moreno deberá ajustar cuentas antes de disfrutar de esa casa en el Palmar.