Pedro Sánchez ha tomado una decisión tras el batacazo de su partido en las pasadas elecciones andaluzas. El presidente del Gobierno ya se lo habría hecho llegar a su esposa Begoña Gómez y a sus colaboradores más cercanos. En principio, tiene previsto agotar la legislatura al considerar que aún tiene cuerda para rato.
Tiene claro que, después del fracaso en Andalucía, le toca aguantar el chaparrón y ganar tiempo hasta llegar a los comicios del próximo año. Confía en tomar una serie de medidas durante los próximos meses que le permitan remontar la situación. "Vamos a ir pisando el acelerador", apuntan desde Moncloa, como recoge La Vanguardia.
Pedro Sánchez ya empieza a notar el efecto Núñez Feijóo. El gallego promete ponerle las cosas muy complicadas. El resultado del pasado domingo solo es un aviso de lo que puede ocurrir en las generales.
De momento, la agenda del presidente no se detiene. El Consejo de Ministros sacará adelante nuevas medidas en materia de empleo y universidades. También, está previsto que se traten más iniciativas en la prórroga del plan anticrisis para paliar los efectos de la guerra.
Tampoco hay que pasar por alto la cumbre de la OTAN en Madrid que se celebrará la próxima semana. Será uno de los momentos clave de su mandato, de ahí que lo esté preparando al milímetro.
El presidente del Gobierno reunió este lunes a la ejecutiva del partido en Ferraz para analizar los resultados del 19-J. Señaló a su equipo que el ejecutivo "está fuerte, está sólido y hay legislatura hasta el final". Por lo tanto, tal y como era de prever, no se le pasó por la cabeza en ningún instante el adelanto electoral.
Pedro Sánchez transmitió que lo que "toca ahora es demostrar que el Gobierno está preocupado por lo que le preocupa a la ciudadanía". Hace referencia, sobre todo, a la "crisis derivada de la guerra en Ucrania".
El portavoz del PSOE, Felipe Sicilia, explicó que tenían clara la receta del éxito. "La mejor manera de ganar la confianza de los ciudadanos es demostrar con políticas de izquierda que somos la alternativa".
De momento, en Moncloa no creen que este batacazo provoque una nueva crisis de Gobierno. La anterior tuvo lugar hace apenas un año tras la derrota en las elecciones de Madrid. Aquello desencadenó la salida de algunas de las personas de confianza del dirigente.
Entre ellos se encontraban su asesor Iván Redondo, los ministros José Luis Ábalos o Carmen Calvo. Los cambios que pueda haber durante los próximos tiempos estarían más orientados a los comicios de las municipales y autonómicas de mayo de 2023.
Pedro Sánchez insiste en que no hay cambio de ciclo
Pedro Sánchez trata de restarle trascendencia a la derrota en Andalucía, donde el PP consiguió mayoría absoluta. Cree que "no hay un cambio de ciclo". Pero a los resultados del domingo se le añade la pérdida de confianza en Castilla y León y la Comunidad de Madrid.
Sicilia señaló que "la estrategia del Partido Popular es hacer creer que hay un cambio de ciclo, pero no es así". La valoración que hace la formación es que no existe un trasvase de votos. El electorado socialista no habría apostado por otros partidos, sino que optó por quedarse en casa.
Tampoco lo quieren ver como un voto de castigo. "Estas elecciones no son un toque de atención", apuntan. Además, consideran que "no se puede extrapolar el resultado de unas elecciones autonómicas a unas generales".
Pedro Sánchez atribuye la derrota del 19-J a una serie de condicionantes. No fueron capaces de movilizar a sus votantes, pero, también, creen que hay una división importante entre las fuerzas de la izquierda. Otro problema fue que no dieron a conocer a Juan Espadas, su candidato en la comunidad.