Esta semana ha regresado al prime time el programa Planeta Calleja y este ha tenido como invitado a Pablo Alborán. Él ha viajado con Jesús Calleja hasta Uganda para vivir una aventura única y que le ha sido de gran ayuda.
Ha reconocido que el viaje ha supuesto un revulsivo, una agitación que necesitaba por la situación que atraviesa. Sí, porque, entre lágrimas, ha confesado que está viviendo un momento muy duro.
Pablo Alborán confiesa llorando qué le está pasando
En tierras africanas, el malagueño ha realizado distintas visitas y ha conocido rincones muy especiales. Pero también se ha encontrado con personas que le han servido de gran ayuda. Y entre estas están los integrantes del grupo Ndote Cultural Troupe, que mantienen la tradición musical de sus antepasados creando sus propios instrumentos.
Este encuentro ha llevado a que Pablo se abra por completo con Jesús y con el público. Así, ha llegado a desvelar que conocerlos ha sido muy importante por el duro instante que está viviendo. Ha dicho: “Yo me dedico a la música, ellos también y tenemos el mismo sentimiento y la misma pasión”.
“Vengo de un mundo y ellos de otro, pero la música se siente de la misma manera y, a veces, se te olvida. El ritmo en el que uno se mete al final hace que se te olvide la razón por la que estás en la música”.
Jesús ha subrayado que, dadas sus palabras, este viaje le ha sido de gran ayuda. Y su respuesta ha sido clara y contundente: “Me está viniendo que te mueres. Lo necesitaba”.
Las lágrimas han aparecido en este instante en sus ojos y ha expuesto: “Estoy feliz de estar aquí, lo necesitaba y mi gente lo sabía. Necesitaba encarecidamente un contacto real”.
Calleja le ha preguntado si estaba atravesando una segunda crisis y necesitaba tomarse un descanso. Ante esto ha sido muy sincero: “Sí, pero esta vez no puedo parar. Entonces, venir aquí me ha obligado a parar y esto es como un regalo del cielo, te lo juro por Dios”.
Precisamente por lo que ha supuesto este encuentro con el citado grupo musical ha querido agradecérselo. Por esto, ha dicho: “Muchas gracias, es un honor estar aquí. Me siento muy afortunado”.
Luego, ha añadido: “Me habéis ayudado mucho a reconectar conmigo mismo, con mi música y con algo honesto y real de verdad. Porque la música es esto. Así que muchas gracias”.
Pablo Alborán se abre por completo
Alborán, que siempre ha sido muy claro sobre su vida y sus sentimientos, ha reconocido de esta manera que atraviesa una segunda crisis. Decimos segunda porque la primera la vivió en 2015 cuando pasó una etapa tan complicada que tomó la decisión de tomar un descanso. De ahí que se alejó durante un tiempo de los escenarios.
El citado parón lo tuvo que llevar a cabo porque como ha explicado: “Todo se estaba automatizando y empezaba a no disfrutar de mis conciertos, de las entrevistas o de cantar. Fue un regalo poder parar e hice las cosas que hace cualquier ser humano. Lo primero que hice fue limpiar mi nevera, encontré regalos sin abrir y cartas”.
“Me cargué de inspiración y empecé con más fuerza”.
Sobre la difícil situación que atraviesa ahora ha contado que “estoy en un momento en el que veo que todo ha cambiado muy rápido. El sistema musical es toda una vorágine y veo que hay un exceso de información. Me pregunto si la gente estará saboreando las canciones como antes, algo que pasa igual con las películas o los viajes”.
Para no tener que parar como en 2015 ha afirmado que “estamos haciendo pausas cuando podemos, colaboraciones. Estamos cargando las pilas en viajes como este”.
Y es que, como ha indicado, ahora no puede alejarse de su público. No puede hacerlo porque este próximo viernes, 14 de enero, lanzará al mercado su nuevo single. Lleva por título Castillos de arena.