Están a punto de cumplirse 17 años desde que Carmina Ordóñez nos dejara para siempre. Fue un 23 de julio de 2004. Desde entonces se ha hablado mucho de las causas del fallecimiento, con muchas incógnitas en el aire.
Fue su amiga Eva Carreño quien la encontró muerta en la bañera. Aunque se presentaba como una mujer liberal y sin ataduras, siempre fue dependiente de un grupo de allegados. Estaban a su lado tanto para lo bueno como para lo malo.
Su extraño fallecimiento sigue siendo un misterio por resolver. Carmina Ordóñez tuvo una vida llena de luces y sombras, de amores desgraciados y de adicciones que acabaron marcándola.
La defunción se certifica a las 8 de la mañana del 23 de julio de 2004. ¿Pero qué ocurrió aquel día? Es lo que se pregunta su íntima amiga Eva Carreño, una de las personas más próximas a la divina.
Fue la primera que la encontró sin vida y desconoce los motivos por los que no se investigó más a fondo una muerte tan mediática. Pese al paso de los años, aún no ha conseguido recuperarse de aquella escena con Carmen Ordóñez como protagonista.
"Me aterroriza aquella imagen, no se me quita de la cabeza", señala su amiga. Explica que fue un momento "muy desagradable. A día de hoy todavía tengo problemas con el agua".
De hecho, "no puedo ver a nadie metido en una bañera", explica a La Razón.
Carmina Ordóñez, una muerte muy polémica
Recuerda lo que ocurrió aquella mañana de julio. "Había quedado con Carmen aquel día, la llamé por teléfono y no contestó, así que fui a su casa". Tardaron 20 minutos en abrirle la puerta, algo que le hace sospechar algo malo.
"No lo entenderé jamás. ¿Por qué hicieron caso omiso a mis intentos de entrar en la casa". La encargada de dejarle entrar a la casa fue la asistenta.
Insiste en que fue una situación un tanto extraña, sobre todo porque tuvo que ser ella la que llamara a la Policía. Carmina Ordóñez llevaba varias horas muertas y nadie había contactado con los servicios de emergencia.
Cree que la familia de Carmen "no mando investigar lo suficiente". De hecho, asegura que "quedan muchas lagunas por resolver" en este caso.
Ese mismo día, las dos amigas tenían previsto acudir al Monte Piedad. La intención era "empeñar un valioso reloj Rolex de platino y diamantes" de la divina. Se trataba de un regalo de su padre, Antonio Ordóñez.
Esto demuestra, como admite su compañera, que no estaba atravesando por su mejor momento en lo económico.
Carmina Ordóñez, una mujer de la que se aprovechó mucha gente
En los últimos años se han dicho muchas cosas sobre Carmina Ordóñez, muchas de ellas falsas, según su amiga. La echa mucho de menos.
Carreño la define como una "mujer muy divertida, cariñosa, amiga de sus amigos, que se desvivía por los demás". De hecho, cree que si viviera en la actualidad sería "la mayor influencer de España. Ganaría mucho dinero sin que la mangonearan".
Asegura que en su momento hubo mucha gente que se aprovechó de ella y de su popularidad. "No querían que supiera hacer nada, para dominarla a placer", cuenta. En su opinión, esas personas, a las que no pone nombre, "hacían y deshacían para llevarse la mayor tajada de lo que Carmen ganaba".
Pero lo más importante de sus palabras es lo que dice al final. "Me consta que en el momento de su muerte había gente junto a ella, y hubo una omisión de auxilio", concluye.
Detrás de estas declaraciones se esconde un gran misterio que posiblemente nunca salga a la luz. Solo los que le acompañaron ese día saben lo que ocurrió en aquella casa.