Miguel Marcos sabía que el regreso de su mujer a Sálvame no iba a ser un camino de rosas. Por mucho que la de Paracuellos se encuentre mucho mejor, todavía le queda un camino que recorrer hasta su recuperación. Pero Belén debía volver al plató y lo hacía el pasado lunes cinco de septiembre.
Desde entonces no ha dejado de sumar momentazos al programa. Y es que si quiere seguir contando con una silla en el espacio vespertino debe ponerse las pilas y dar juego. Algo que ha entendido a la perfección a juzgar por la salida de tono que tuvo con uno de los directores, pero que podría traerle problemas.
Miguel Marcos prepara su disculpa para que no la echen
El pasado miércoles Miguel Marcos asistió al tremendo enfado que protagonizó Belén en pleno directo. La colaboradora todavía arrastra dificultades para caminar y, de vez en cuando, debe levantarse para ejercitar la pierna.
Cada hora, Belén debe levantarse y dar ocho vueltas por el plató con muletas mientras sus compañeros continúan debatiendo sobre los temas de actualidad. Una situación surrealista para los espectadores y colaboradores que los directores han decidido aprovechar.
En un momento de la tarde, aprovechando uno de esos paseos para no entrar al trapo sobre su amiga Anabel, Belén se puso en pie. Increpó al resto de colaboradores por criticar a su compañera y la dirección le mandó callar. Algo que no le gustó nada a la mujer de Miguel que no tardó en mostrar su enfado.
"A mí no me mandes callar como Matamoros, ni shhhh, ni nada. Yo no sé para qué vengo, entonces, ¿a qué vengo yo aquí?", preguntaba. "¡Vengo a hablar y esto es acojonante, qué injusticia! Es muy sucio esto que está haciendo esta chica", se quejaba a los directores.
Apoyada en su muleta, Belén decidió que era hora de su paseo, momento en que comenzó a sonar la música de Semana Santa. "Me voy a callar porque como diga ahora mismo unas cosas que tengo en la cabeza", advertía.
Pero la empresaria recapacitaba y se lanzaba a contar lo que se había propuesto callar. "¡Las voy a decir! Les voy a explicar a todos y que no me corte nadie", pidió. "Alberto, no se te ocurra decirme que me calle porque no me voy a callar, me da igual que me pongan las canciones de Semana Santa", decía enfadada.
Miguel Marcos enmudece: "No lo voy a permitir"
Miguel Marcos es consciente de lo que supone trabajar en Sálvame y cómo puede afectarle a su mujer lo que ocurra en el plató. Pero también sabe que Belén es una mujer de armas tomar y que en ocasiones su carácter hace que pierda los papeles.
Justamente fue eso lo que pasó el miércoles cuando la colaboradora acabó estallando ante lo que cree una situación injusta. "Ayer día seis se cumplieron cuatro meses desde que me caí en este plató", comenzó diciendo. "Tengo la baja hasta a abril dada por mi médico, por lo que podría estar en mi casa sentada tranquilamente, pero soy una tía responsable", admitía.
"Me da igual que haya cámaras, vengo porque quiero a mi programa y por mi cabeza, porque si yo soy otra me quedo en mi casa hasta abril", añadía. "No voy a permitir que aquí se digan cosas que no son verdad", exponía realmente enfadada.
A la mujer de Miguel no le resulta fácil ir a trabajar, más aún después de las "dos horas que voy a rehabilitación". "Luego vengo aquí a verle las caras a Alberto y a David Valldeperas que, porque los quiero, porque hay días que les mataría", sentenciaba.