Melyssa es una de las concursantes de 'Supervivientes' más entregadas del reality. Y es que lucha en cada prueba y apuesta por una agradable convivencia. Eso sin pasar por alto que es muy generosa con el público del formato al abrirse por completo con él.
En más de una ocasión, ha hecho confesiones sobre su sueño de formar una familia e incluso sobre sus relaciones sentimentales. Pero lo último ha sido reconocer que años atrás sufrió una complicada enfermedad. En concreto, un trastorno de la alimentación.
La ex de Tom Brusse cuenta los problemas de salud que tuvo en el pasado
Melyssa ha tenido que afrontar la conocida prueba del 'Puente de las emociones'. Y lo ha hecho tocando la fibra sensible de todos, incluida la de Rocío Flores, que estaba en plató.
Una prueba en la que ha confesado sentirse culpable por haber hecho sufrir a sus padres y a su hermana. En concreto, ha expuesto: «La mayor culpa que tengo en mi vida es algo que viví y que afectó a mi familia. Y que creo que le ha afectado más adelante».
«Cuando yo tenía unos 14 o 15 años empecé a tener problemas con la alimentación, a obsesionarme mucho con mi físico, en perder peso. Acabé enferma y nunca lo he contado libremente, porque me da mucho miedo por lo que pueda transmitir a la gente que me oye. Quiero que se lo tomen de buena manera».
A eso ha añadido: «Cuando una persona piensa así es que no está bien de la cabeza y debe ponerse en manos de profesionales. Yo todo lo hacía a escondidas y, al final, acabé obsesionándome con las calorías y empecé a perder mucho peso. La situación en casa comenzó a ser muy difícil para mis padres, que han tenido que vivir unos años muy preocupados».
En ese punto, la concursante no ha podido evitar las lágrimas al hablar de su hermana. Lo ha hecho al decir: «Siento que, de alguna manera, la he hecho obsesionarse también con el físico. Lo que pasa es que ella es mucho más fuerte que yo y por eso no ha acabado nunca, gracias a Dios, enferma».
«Yo era su reflejo porque ella tiene once años menos que yo. Si no hubiera tenido la personalidad que tiene, hubiera podido acabar mal».
En ese alarde de sinceridad, ha hablado de cómo se encuentra hoy con respecto a la enfermedad. Ha dicho que «estoy mucho mejor. No obstante, por lo sucedido me siento culpable por ellos tres, que son mi vida».
Es más, ha llegado a reconocer que por el problema que tuvo y por rebeldía «traté mal a mis padres, les hablaba mal. Y a unos padres nunca hay que faltarles al respeto porque te dan la vida y porque mis padres son maravillosos. De eso me arrepiento».
La concursante lanza un mensaje positivo
Melyssa ha parecido liberarse al contar la enfermedad que tuvo. Y precisamente ha querido concluir la prueba con un mensaje lleno de optimismo y consejos. Mensaje que ha estado dirigido a todas esas personas que ahora están pasando por lo mismo.
De esta manera, ha dicho: «Quiero decir a todas las chicas que pasen por un problema de alimentación que de todo se sale. No hagáis tonterías, que pidáis ayuda y que os dejéis ayudar. En vuestra casa es donde tenéis el apoyo y donde podéis superarlo».
«Que nadie se obsesione con eso porque todos somos bellos por dentro y por fuera. Ahora mismo me siento plena, adoro lo que me ha hecho sentir esto y valoro muchísimo a la gente que me rodea».