María Patiño se ha puesto al frente de Sálvame durante los últimos días. Los problemas de afonía de Jorge Javier y la ausencia de Adela González la han colocado al frente de la conducción del formato. Este jueves estaba previsto que se pusiera delante de las cámaras, sin embargo, no fue así.
Los espectadores que encendieron la televisión a las 16:00 se encontraron con una situación un tanto dantesca. En el plató se presentaba por sorpresa la nueva sustituta de la periodista. Se trataba de Isa Pantoja, que durante unos minutos asumió los mandos del formato, desenvolviéndose bastante bien.
Eso sí, de fondo, en el pantallón se podía ver a Patiño, que simulaba estar amordazada en un zulo. Una vez más, el espacio de Telecinco buscaba jugar con el espectáculo. Y en esta ocasión trataron de sacarle partido a la presencia de la hija de la tonadillera.
Comenzaba diciendo a los espectadores que "espero que no echen de menos" a la periodista, "porque yo ocupo el mismo espacio en su pantalla". Aseguró que después de "13 años se ha hablado muchísimo de mí, a veces bien y otras no tan bien". Por eso entendía que había llegado su hora.
Al final, y bajo una enorme expectación, desveló los motivos por los que había acudido a la invitación del magacín. Era muy extraño que acudiera a Sálvame sin que hubiera un motivo de peso que la empujara a participar en el formato.
Después de tanto tiempo, era uno de los pocos colaboradores de la cadena que nunca había pisado el plató. Detrás de esta decisión se escondía una razón familiar.
María Patiño escuchaba sus explicaciones encerrada en una sala. "Hemos tenido una relación complicada, pero los amores reñidos son los más queridos y quiero muchísimo a mi prima Anabel", dijo. Esa misma noche se jugaba la expulsión de Supervivientes y trató de hacer un último esfuerzo por salvarla.
Sin embargo, parece ser que su presencia no fue suficiente para que continuara en Honduras. "Por ella estoy hoy aquí. Por primera vez, me siento en el plató de Sálvame con un objetivo, conseguir que se salve y llegue a la final", apuntó.
Acabo calmando entre risas a los espectadores por la situación de la presentadora titular. "No se preocupen que está divinamente", apuntó. La relación tanto con la periodista como con el programa es muy buena, como se pudo comprobar este jueves.
Pese a las diferencias que mantuvieron en el pasado, las aguas vuelven a bajar calmadas. Se encargó de ceder el testigo a la periodista, que emocionada quiso dedicarle unas bonitas palabras a la joven. "Jamás me has dado un tirón de orejas y me has dado mi sitio como profesional", agradeció.
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María Patiño volvió al plató como una estrella
María Patiño acabó entrando en el plató unos minutos más tarde. Lo hizo como una reina, cogida en brazos por sus compañeros y dejando muy claro cuál era su sitio. Ha conseguido en muchas ocasiones hacer olvidar a Jorge Javier.
Incluso le confesó a su sustituta que había estado a la altura y de que tenían pendientes una conversación. Y no solo por el concurso de su prima. A partir de ahí todo volvió a la normalidad.
Isa Pantoja se sentó en el programa como una colaboradora más, pero llevándose los elogios de sus compañeros. Era la primera vez que se ponía a los mandos de un espacio y se le pudo ver muy suelta. Estaba como pez en el agua abordando los temas del corazón.
En cualquier caso, María Patiño puede estar tranquila. Su trabajo no corre peligro. Sigue siendo una de las preferidas por los espectadores para conducir el espacio vespertino de Telecinco.