Hablar de Gran Hermano supone hacer mención obligada a la sevillana María José Galera. Y es que ella fue integrante de la primera edición del reality. Es más, se convirtió en la primera expulsada de la historia del programa y en una de las concursantes más famosas del mismo.
Consiguió una gran relevancia y vivió momentos donde se sintió en una verdadera nube. Sin embargo, las cosas se torcieron para ella y vio que todo lo que tenía lo perdía. Se quedó absolutamente en la ruina.
María José Galera, la concursante de Gran Hermano que se vio rodeada por la polémica
María José vivió el 23 de abril de 2000 una experiencia que marcaría su vida. Este día entró en la casa de Guadalix de la Sierra para convertirse en participante de la primera edición del reality. Y lo cierto es que la aventura no la defraudó.
Dentro de este 'experimento sociológico' se lo pasó en grande e incluso encontró el amor con Jorge Berrocal. Pero a los 11 días de su encierro, todo se torció, pues fue la primera expulsada y se separó de aquel. El zaragozano, entre lágrimas, al despedirse pronunció su emblemática frase de “¿Quién me pone la pierna encima para que no levante cabeza?”.
Este fue el primer revés para Galera, aunque no fue el único. Días después se topó con el hecho de que la revista Interviú desveló que había ejercido la prostitución. Una información que causó un gran revuelo y que fue dada por una antigua compañera de piso que decidió traicionarla.
A partir de ahí, tras 'calmarse las aguas', parece que todo fue mejor. Siguió saliendo con Berrocal, con el que rompería tiempo después, e incluso participó en la película El gran marciano.
Acudió a programas de televisión, hacía entrevistas en revistas y realizaba un sinfín de bolos por toda España. Bolos por los que, como ella reconoció tiempo después, llegaba a ganar por noche 6000 €.
Pero, como también indicaría, “La televisión es pan para hoy y hambre para mañana”. Y estaba en lo cierto porque llegó el hambre, la ruina.
María José Galera se arruina
María José decidió invertir en locales de ocio, como discotecas y bares, y todo fue un fiasco. Los negocios no le salieron nada bien y perdió el dinero. Cuando peor lo estaba pasando se le ofreció participar en El Reencuentro e incluso grabó un disco.
Todo parecía que remontaba y tiempo después optó por marcharse a México con su marido donde decidió poner en marcha un club de pádel. Otro negocio que acabó fatal, como lo fue también su experiencia en el citado país. Allí pasó cinco años que definió como un verdadero infierno en su mayoría no solo por dicho fiasco empresarial sino también por otras razones.
Le desmantelaron la casa, tuvo que vivir más de una vez tiroteos cerca de donde residía y pasó hambre. De ahí que optara por regresar a España para vivir con sus padres.
Empezó a trabajar como vendedora de coches, pero no le renovaron el contrato, y se quedó absolutamente desolada. Se distanció de sus progenitores y, como contó ella en el Deluxe en 2019, tuvo que ponerse a limpiar por 5 € la hora.
Para sobrevivir, se vio obligada a irse a vivir con su hija al piso de esta, en el que ella pagaba la luz y el agua así como la comida.
De esta manera, es como Galera se quedó absolutamente en la ruina. Habiendo tenido una etapa plena en todos los sentidos, se quedó sin nada y hundida. Y así lo manifestó en el programa: “Emocionalmente es muy difícil la situación”.
“Me siento sola (…) No tengo nada en el banco. Todo lo que tengo cabría en una maleta”.
Confesó que la fuerza para seguir adelante se la daba su hija fallecida. Fuerza que la había llevado a tomar la decisión de comenzar a prepararse unas oposiciones para la Junta de Andalucía. Esto fue lo último que supimos de ella, que, desde entonces, ha preferido mantenerse alejada de los medios.