La familia Flores se ha volcado con el primogénito, Diego Matamoros, ya que su estado anímico se encuentra decaído porque al igual que rápidamente se dio cuenta de que ya no estaba enamorado de su exmujer, Estela Grande, ahora considera que Carla Barber es el amor de su vida.
Hace una semana, la pareja formada por el empresario y la doctora ponían fin a una bonita etapa amorosa. El hijo de Kiko Matamoros hizo las maletas para abandonar la casa madrileña de la responsable de la intervención quirúrgica facial del colaborador. La convivencia en el nido de amor había llegado a su fin.
En esta ocasión, el primogénito de los Matamoros siente que su corazón se ha roto en mil pedazos. Pero su familia está ahí para animarle, apoyarle y hacerle la ruptura algo más llevadera.
La matriarca, Marian Flores; Laura e Irene, sus hermanas; Benji Aparicio, su cuñado y su sobrino Matías, el hijo de su hermana mayor se reunieron con él en una velada de lo más tierna.
Laura Matamoros tenía una gran noticia entre manos: está embarazada de su segundo hijo. Los Flores no perdieron la oportunidad de marcar un gol por partida doble. Por un lado, la celebración que merece semejante bombazo y por el otro levantarle el ánimo al mayor de los hermanos.
Diego Matamoros sabe lo que quiere
Hasta la fecha, el hijo del colaborador de televisión y la especialista en medicina estética no viven juntos, pero las incógnitas sobre su relación sobrevuelan sus cabezas. Todavía necesitan reflexionar sobre qué camino quieren tomar: juntos o separados.
Sin embargo, tras las últimas declaraciones del primogénito, parece que él ya ha resuelto sus dudas y lo tiene muy claro. «Carla es la única que hay a día de hoy en mi corazón y eso nadie lo va a quitar», afirmó con mucha seguridad sobre sus sentimientos.
La doctora le ha robado el corazón y Diego Matamoros no pierde la esperanza de que puedan limar las perezas y continuar con su noviazgo que tan solo les ha durado un año hasta la fecha.
Menos aún cuando ha visto con sus propios ojos cómo su hermana Laura había atravesado una crisis sentimental con su pareja, en la que incluso se habló de separación, pero la vida les ha vuelto a unir con la llegada de su segundo hijo.
Y es que el empresario, por muy duro que parezca por fuera, también tiene su lado tierno. El mayor de los Flores se define a sí mismo como una persona niñera.
De hecho, está deseando formar su propia familia y, a juzgar por sus palabras, todo apunta a que la mujer ideal para él con la que realizar este proyecto de vida es la doctora Carla Barber.
No obstante, Diego Matamoros pone los pies en la tierra en esta situación y asume que a pesar de las ganas que tiene por convertirse en padre, él ahora está centrado en el máster que está cursando de interiorismo. Su sueño debe esperar.
Eso sí, el exmarido de Estela Grande ya está practicando con su sobrino Matías y, muy pronto, con el nuevo bebé de Laura que ya está en camino y que todos esperan con ilusión.
Celebración por todo lo alto
Marian Flores, sus hijos, su yerno y su nieto acudieron a un restaurante cuyo plato fuerte son los productos del mar. Allí disfrutaron de una gran comilona en familia donde no faltaron ni la paella, ni las sardinas.
Pero sin duda alguna el plato estrella de la velada fue una langosta de un tamaño descomunal con la que la familia Flores deleitó el paladar. Con planes así seguro que Diego Matamoros ha tenido al menos algún momento de distracción para no pensar en la ruptura sentimental con su ya exnovia.
Aunque toda historia puede dar un giro inesperado, como la de su hermana Laura con su pareja Benji. Por parte de Diego, el empresario ya se ha puesto manos a la obra en su estrategia de reconquista.
El hermano de Anita Matamoros le ha dedicado unos mensajes llenos de amor a la doctora en redes sociales mientras ella se centra en mostrar su esculpida figura y su felicidad en su perfil.