Paloma Rocasolano, madre de la reina Letizia, protagonizó en el pasado un episodio del que precisamente no puede estar muy orgullosa. Trataron de silenciarlo porque todo ocurrió poco antes de que su hija contrajera matrimonio con Felipe.
Esa discreción de la que tanto presume Paloma Rocasolano se vio alterada con una gran metedura de pata. Fue durante un examen de Historia de Grecia en la UNED, cuando cursaba Geografía e Historia.
Letizia vio como su nombre se vio salpicado por una mala actuación de su madre. Al parecer, había sido sorprendida copiando en una prueba, algo que seguro que no le hizo ninguna gracia a la actual reina.
Desde que su hija entrara en la Familia Real ha tratado de mantenerse alejada del foco mediático. En los últimos tiempos las únicas noticias que han circulado sobre ella han sido vinculadas a su vida sentimental.
A sus 69 años ha sido sorprendida con su nueva pareja, un hombre llamado Marcus que le ha devuelto la ilusión. Pero de ella poco más se sabe.
Hace cuatro años alcanzaba la jubilación tras un periodo trabajando en el Sindicato de Ayudantes Técnicos Sanitarios de España (Satse). Allí realizaba funciones ejecutivas, y según desvelaban algunos medios, tras su retirada no iba a pasar precisamente estrecheces económicas.
La madre de Letizia estaba al frente de la Fundación para el Desarrollo de la Enfermería (Fuden), órgano dependiente de dicho sindicato. Durante muchos años tuvo que soportar como los medios se agolpaban a las puertas de dicha sede.
Buscaba una reacción, un comentario a todo lo que ocurría en Zarzuela. No era una época precisamente sencilla para la familia del Rey. Tenía que hacer frente a los embarazos de su hija, las polémicas de Juan Carlos y al caso Nóos, con Urdangarin como protagonista.
Paloma Rocasolano seguía siempre la misma estrategia. Sonreía con cierta vergüenza al tiempo que guardaba silencio. No hacía falta que recibiera órdenes de palacio, ella sabía que debía ser muy discreta.
Durante su etapa laboral tenía el cometido de organizar viajes para aquellos compañeros que deseasen vivir una experiencia solidaria en otros países. Incluso se encargaba de despedirlos en los aeropuertos. La consideraban "muy atenta, cercana y cariñosa".
Nunca se le subió la fama a la cabeza, ya que trataba de ser "una más" en los talleres de cooperación que celebraban.
Letizia le aconseja discreción a su madre, Paloma Rocasolano
Rocasolano llegó a este puesto en 2004, justo cuando Letizia contrajo matrimonio con el que era Príncipe de Asturias. Anteriormente había sido liberada de Satse, dedicándose a inspeccionar los centros sanitarios del sur de Madrid.
Estuvo 26 años enrolada en el sindicato. Se vinculó a él poco después de llegar a la capital procedente de Asturias. En Oviedo había sido jefa de extracciones en el ambulatorio de La Lila, muy próximo al domicilio familiar.
Paloma Rocasolano ha sabido invertir bien durante este tiempo. Hace cuatro años, con motivo de su jubilación, El Mundo se hacía eco de las propiedades que tenía. Según aparece en el Registro de la Propiedad, sería la dueña de dos inmuebles en Madrid.
Uno de ellos sería un piso de 101 metros cuadrados en Vicálvaro, que compraría en el año 2000, solo dos años después de separarse. En aquel momento fue tasado en algo más de 186 000 euros.
También se haría con otra vivienda en 2006. En este caso, fue un apartamento de 37 metros cuadrados muy cerca de su lugar de trabajo. Para hacerse con él no hizo falta que solicitara ningún crédito bancario.
Paloma Rocasolano trata de llevar una vida muy tranquila, viajando y saliendo con sus amigos. Siempre que puede le reserva un hueco a sus nietas, sobre todo a las hijas de Letizia.