Isabel Pantoja ha recibido la visita de sus hijos, Kiko Rivera e Isa P, en Cantora tras la muerte de Doña Ana.
La tonadillera está atravesando una mala racha que ha culminado con el fallecimiento de su madre esta misma semana. Tras varios días de preocupación por su delicado estado de salud, la matriarca ha muerto a los 90 años de edad en la que fue su casa durante mucho tiempo.
Tras este anuncio, muchos amigos y familiares han querido personarse en el tanatorio para mostrar su respeto a los afectados y despedirse de ella. Toda esta situación se ha llevado a cabo con un gran secretismo en el que pocos han conocido los detalles que envuelven al suceso.
El marido de Irene Rosalesdenunciaba en su Instagram que se había enterado de todo a través de los medios de comunicación. Además, ha aprovechado la situación para lanzarle algunas ofensivas tanto a su madre como a su tío.
Aun así, puso rumbo junto a Isa, su prima Anabel y Raquel Bollo desde la isla La Graciosa para acudir al velatorio. En su llegada se ha producido el reencuentro con su madre y ha sido de una forma que nadie se esperaba.
Isabel Pantoja arropada por sus hijos en su peor momento
Mucho se había especulado sobre el reencuentro entre Isabel y su hijo durante todos estos meses. Todos aseguraban que este tendría lugar en los juzgados y que la interacción entre ambos provocaría una gran tensión en caso de darse.
Sin embargo, el destino ha querido forzar este encuentro y de la peor manera posible. Tras varias semanas de rumores sobre la negativa de la tonadillera a permitir visitas a su madre, ha sido su hijo quien lo ha confirmado.
A pesar de ello, su hijo ha querido estar a su lado para apoyarla y arroparla en estos momentos tan complicados. Tomó un avión desde la isla para acudir raudo al tanatorio y poder despedirse de su abuela tranquilamente.
Desde que se conoció la noticia, se ha creado una gran expectación en torno a la reacción de ambos al verse tras los últimos acontecimientos. Muchos aseguraron que la cantante se mantendría firme en su posición, mientras que otros aseguraban que se emocionaría mucho por el gesto.
Fuentes cercanas aseguran que, durante la tarde de ayer 29 de septiembre, se produjo un fuerte enfrentamiento entre Agustín y la cantante. Él se negó a permitir el acceso a Kiko tras el duro año que han pasado, mientras que la tonadillera se mostraba favorable a dejarle entrar.
Tras las dudas sembradas, la respuesta se ofreció a horas finales de la tarde con la llegada del DJ a Cantora. Lo hizo junto a su primo Manuel Cortés, hijo de Raquel Bollo, quien le llevó en coche y le proporcionó apoyo moral en estos momentos.
La visita se prolongó mucho en el tiempo, ya que ambos salieron sobre las cuatro de la madrugada. En ellos se apreciaba un semblante serio y notablemente cansado por la tensión generada por una jornada tan intensa.
Una persona muy cercana al entono del cantante ha querido ofrecer la información sobre lo que sucedió en el interior de la casa. Según afirma todo fue bastante bien, incluso, mejor de lo esperado. Asegura que el reencuentro estuvo marcado por la emoción y los gestos de cariño entre ambos.
Isabel Pantoja recibió a sus hijos muy emocionada y estos no se separaron de su lado en ningún momento. Kiko Rivera ha sido capaz de dejar apartados los problemas familiares y acompañar a su madre en estos duros momentos.
Esto puede suponer un punto de inflexión en su relación y mejorar en adelante. Aunque hay quienes aseguran que la guerra continuará una vez que la situación se haya relajado.